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Observatorio de Bosques: incorporando a las comunidades en el debate sobre el uso de los bosques Opinión

Observatorio de Bosques: incorporando a las comunidades en el debate sobre el uso de los bosques

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René Reyes
Por : René Reyes Doctor en economía forestal, y director de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo
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Desde ese punto de vista, el Observatorio de los Bosques apunta a la raíz del problema, tratando de generar “simetrías” (fortaleciendo la gobernanza de los bosques por parte de organizaciones locales) en un espacio de discusión que muestra elevados, crecientes y preocupantes niveles de asimetría.


La participación e involucramiento activo de las personas y comunidades que viven en áreas rurales, en el diseño, implementación y monitoreo independiente de las políticas forestales, es clave para una gestión sostenible de los bosques. Esta aseveración es especialmente relevante en un país como Chile, donde el 70% de los bosques está en manos privadas, es decir, en predios rurales que pertenecen a miles de pequeños, medianos y grandes propietarios, quienes toman decisiones productivas todos los días que impactan en su estado de conservación.

Sin embargo, la participación de organizaciones locales en el diseño, implementación y monitoreo de políticas y programas forestales es mínima, siendo normalmente receptores pasivos de lo que se decide en ministerios, think tanks, partidos políticos y grandes ONGs internacionales. Esto genera problemas de sintonía entre la política pública y la realidad local (falta de pertinencia), ineficacia de programas y acciones gubernamentales, y profundas asimetrías de poder, las que usualmente están en la raíz de los procesos de deterioro que afectan a los ecosistemas en todo el mundo.

Construir una relación armónica entre las personas y los bosques, a través del manejo forestal sustentable, es clave, pues los bosques contribuyen a reducir la pobreza, proveer de alimentos sanos y nutritivos, aseguran un abastecimiento continuo de agua, así como también de energía asequible, generan comunidades más sostenibles y resilientes, y ayudan a mitigar el cambio climático y a facilitar procesos de adaptación, entre otros beneficios.

En ese contexto, el fortalecimiento de la gobernanza de los bosques por parte de organizaciones locales –comunidades campesinas e indígenas, organizaciones ambientales, grupos juveniles y juntas de vecinos, entre otras– es muy importante para abordar la crisis socioambiental que estamos enfrentando. 

A partir de este diagnóstico, la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo junto con CIEM-Aconcagua y el Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC), con financiamiento de la Unión Europea, han creado el Observatorio de los Bosques y las Políticas Forestales (BosquEntrama). BosquEntrama tiene por finalidad crear una red independiente de detección, evaluación, reporte e incidencia de los bosques, compuesta por municipios y organizaciones locales. 

Dada la enorme variabilidad biogeográfica y cultural de Chile, el Observatorio de los Bosques ha definido distintos énfasis temáticos: 

  1. En la zona central de Chile, el calentamiento global está provocando una megasequía que reduce la disponibilidad de agua para consumo humano y otros usos, agudiza conflictos sociales y procesos de migración, y provoca un fuerte deterioro de la flora y fauna nativa, entre otros impactos. Esto se ve agravado por malas prácticas, como el sobrepastoreo, la extracción de tierra de hojas, etc. En esta zona del país se requiere con urgencia definir una estrategia de adaptación al cambio climático desde las mismas comunidades.   
  2. En la zona centro-sur, el cambio climático y la existencia de enormes áreas plantadas con monocultivos forestales están creando las condiciones perfectas para la propagación de incendios forestales. Estos han consumido más de un millón de hectáreas en los últimos años, matando a decenas de personas, y destruyendo miles de viviendas y predios rurales (infraestructura, cultivos, etc.). En esta zona del país hay que trabajar con las organizaciones locales para que puedan reducir sus niveles de vulnerabilidad y riesgo. 
  3. En las regiones de La Araucanía y Los Ríos, la presencia del pueblo Mapuche genera condiciones muy particulares que requieren un abordaje especialmente cuidadoso. En esta zona del país, la gobernanza local del territorio es un tema clave, en especial la gobernanza de las tierras de uso común, como son los predios que han sido entregados a comunidades Mapuche, las áreas protegidas (parques y reservas) y predios que siguen en manos del Ministerio de Bienes Nacionales. 
  4. En las regiones de Los Lagos y Aysén, la tala ilegal de bosque nativo para abastecer el mercado de la leña y las parcelaciones asociadas a una creciente migración por amenidad, están acelerando procesos de degradación de bosques y deforestación. Las parcelaciones están generando además problemas de segregación sociocultural y migración forzada (gentrificación), entre otros. En ese sentido, es importante que las organizaciones locales sean participes de procesos de ordenamiento territorial que aborden esta problemática.  

El Observatorio de los Bosques retoma el camino iniciado por la Cooperación Alemana en Chile (GTZ-DED) entre 1992 y 2007, quienes estimularon la participación de las organizaciones locales en la gobernanza del territorio; acciones que desafortunadamente fueron abandonadas por el Estado. 

Cuando se analizan las causas de fondo de esta enorme desconexión entre lo que ocurre en el territorio y las políticas públicas y sus programas, salta a la vista un tema central: la escasa participación de la gente que vive en y de los bosques en la discusión de las políticas sectoriales. Por alguna razón, Chile ha logrado desarrollar muy bien el componente económico asociado al uso de los bosques (industria forestal) y también el ambiental (nuevas y más grandes áreas protegidas, marinas y terrestres, y un nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas), pero se ha avanzado muy poco, e incluso se ha retrocedido, en el ámbito social. 

Esta dicotomía entre producción y preservación no es nueva en Chile ni en el mundo, pero se ha exacerbado durante la última década, y representa una seria amenaza para el futuro de la humanidad, pues ni la producción ni la preservación se hacen a espaldas de las comunidades locales. La multifuncionalidad del territorio permite cumplir todos estos objetivos al mismo tiempo, incluyendo los sociales (educación, reducción de la pobreza, y bienestar humano). Sin embargo, para lograrlo es importante que todos los agentes tengan igualdad de oportunidades para participar e incidir en las discusiones de política pública, y sobre los proyectos e iniciativas que los afectan.     

Desde ese punto de vista, el Observatorio de los Bosques apunta a la raíz del problema, tratando de generar “simetrías” (fortaleciendo la gobernanza de los bosques por parte de organizaciones locales) en un espacio de discusión que muestra elevados, crecientes y preocupantes niveles de asimetría y elitización en Chile.  

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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