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Ley de Datos Personales: ¿y el lobo llegó? Opinión

Ley de Datos Personales: ¿y el lobo llegó?

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Jonatan Israel
Por : Jonatan Israel gerente del Área Legal y Tributaria de PwC Chile
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Hace algunos días nos enteramos de que el proyecto de ley será –no mediando circunstancias extraordinarias– discutido en primer lugar de la tabla este lunes 26 de agosto en la Cámara de Diputados, lo que sería el último trámite pendiente en dicha instancia.


Muchas empresas han seguido de cerca la tramitación de la nueva Ley de Protección de la Vida Privada (o de Datos Personales) y han hecho algunos tibios esfuerzos por adecuarse a ella, los que finalmente se han desvanecido por considerar que la ley nunca se hará efectiva, asimilando así el avance de la nueva normativa a la conocida fábula de Esopo “El niño que gritaba ¡lobo!”.

Para quienes no están familiarizados con el relato popular, la fábula cuenta la historia de un joven pastorcillo que engañaba a los aldeanos gritando “¡lobo!”, pidiendo ayuda para hacer frente al animal, ya que él cuidaba un rebaño de ovejas. Cuando los aldeanos corrían a socorrerlo, se daban cuenta de que no había efectivamente un lobo. Así, la última vez en que exclama que viene el peligroso animal por sus ovejas, los aldeanos no le creen, basándose en las experiencias anteriores, desencadenando un trágico final.

Ha sido tan larga y demorada la tramitación legislativa de las modificaciones que elevan el estándar y deberes de cuidado sobre los datos personales, que cada vez que las distintas gerencias deciden hacerse cargo de esta eventual nueva normativa, al poco andar optan por postergar las acciones necesarias para adoptar una legislación que, a todas luces, las hará revisar sus sistemas, procesos, contratos y modelos de negocios de pies a cabeza.

Como asesores, hemos visto lo que ocurrió en Europa con la entrada en vigencia del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR por sus siglas en inglés) y hemos venido advirtiendo al mercado que los esfuerzos por adoptar las normas no serán en vano. Los períodos de transición y entrada en vigencia considerados en el proyecto siempre se harán cortos. Algunas compañías responsablemente comenzaron el largo proceso de adaptarse, independientemente de que no se vislumbraba el lobo en la pradera. Sin embargo, la gran mayoría ha seguido el ejemplo de los aldeanos de la fábula y no creen que el lobo venga.

Hace algunos días nos enteramos de que el proyecto de ley será no mediando circunstancias extraordinariasdiscutido en primer lugar de la tabla este lunes 26 de agosto en la Cámara de Diputados, lo que sería el último trámite pendiente en dicha instancia, sumándose así a las expectativas de tener un texto legal aprobado durante este año.

Independientemente de las precisiones jurídicas, las discusiones de técnica legislativa, el debate sobre los montos de las sanciones, entre muchos otros temas pendientes, es indudable que necesitamos con urgencia adoptar la ley y, para cuando ese momento llegue, las compañías no podrán refugiarse en el personaje de Pedrito para explicar por qué no han tomado debida acción.

Pareciera que tanto el legislador como los distintos gobiernos de turno nos vienen gritando “¡lobo!” hace siete años. Esperamos que esta vez el llamado no sea en vano y que haya llegado el momento en que efectivamente se adopte un nuevo estándar en la protección de los datos personales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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