Este 4 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Salud Sexual, instituido en 2010 por la Asociación Mundial la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés), con el objetivo de promover este ámbito de la salud en todo el mundo.
Luego de enviudar, una profesora de escuela y de edad mayor, contrata a un joven para ayudarle a conocer el placer sexual. Me refiero al filme titulado “Buena suerte, Leo Grande”, en el que la maravillosa actriz británica Emma Thompson interpreta a Nancy, a través de quien se nos expone la travesía de la sexualidad, el placer y el amor propio, cuando esta ocurre en cuerpos no canónicos.
Este 4 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Salud Sexual, instituido en 2010 por la Asociación Mundial la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés), con el objetivo de promover este ámbito de la salud en todo el mundo, incrementar la conciencia sobre su importancia y fomentar la discusión, además de educar sobre temas relacionados con la sexualidad en un marco de respeto, derechos y bienestar.
Hace casi 50 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Conferencia de 1975, estableció la salud sexual como un aspecto fundamental del bienestar general de las personas, las parejas y las familias, con impacto a su vez en el desarrollo económico y social de las comunidades y los países. Desde esta primera declaración y en adelante, la salud sexual ha sido considerada afirmativamente, es decir, con un enfoque positivo y respetuoso hacia la sexualidad y las relaciones sexuales, lo que busca asegurar también la posibilidad de las personas, en su diversidad, a acceder a experiencias sexuales placenteras y seguras, sin coerción, discriminación ni violencia.
Este año, para la celebración del Día Internacional de la Salud Sexual, la WAS propuso el lema y hashtag +Relationships [Relaciones Positivas], el que subraya la importancia que tiene para el bienestar, el placer y goce el establecimiento de buenas relaciones con otros, y con nosotros y nosotras mismas, basadas en el cuidado, el respeto y la libertad. De ahí que la campaña incluya, por ejemplo, orientaciones sobre el consentimiento en las relaciones, el cuidado mutuo para prevenir la adquisición de enfermedades de transmisión sexual, y la relación positiva con el propio cuerpo y el autoerotismo, particularmente en las mujeres.
Emma Thompson, de 65 años, en el papel de Nancy, reflexiona: “El placer es algo maravilloso; es algo que todos debiésemos tener”.
Sin embargo, según el Instituto Nacional de Envejecimiento en Estados Unidos, las personas mayores enfrentan varios desafíos cuando de sexualidad e intimidad se trata. Si bien entre ellos se incluye la presencia de condiciones físicas y problemas de salud mental –altamente representadas en este grupo de edad–, son las experiencias de estigma social y discriminación atribuidas a la edad las que quizás más dificultan la expresión de sus necesidades en este ámbito.
En cuanto a la realidad de Chile, la Encuesta Nacional de Salud Sexual (ENSSEX – 2022-2023) muestra que las personas mayores de 60 años –hombres y mujeres–, en promedio, tienen una relativa baja valoración de su bienestar con la sexualidad. Falta, por cierto, profundizar en los factores que subyacen a estos y otros resultados, así como también los impactos que tienen sobre otras dimensiones de la salud: física, mental y social.
Todo lo anterior hace evidente la necesidad de fortalecer la implicación de la política pública, de manera intersectorial, para garantizar y promover la salud sexual. Entre otras cosas, por ejemplo, aún está en deuda la puesta en marcha de un programa de Educación Sexual Integral que, entre otros aspectos, incluya especificidades para las personas en distintos grupos de edad, con diversidad de cuerpos, de identidades sexuales y de género. Una política cuyo andamiaje, como este año promueve la WAS, se conforme en torno al desarrollo de relaciones caracterizadas por la amabilidad, el cuidado, el respeto, la escucha, el apoyo y el disfrute.
En la película, Leo Grande, el trabajador sexual de veinte años a quien ha contratado Nancy, le regala a ella un hermoso bien –y tal vez, también, a quienes hemos tenido la oportunidad de ver esta película—, al decir que “la verdadera liberación está en la aceptación de uno mismo. Se trata de encontrar lo que realmente te gusta, lo que te hace sentir bien, y abrazarlo sin culpa ni vergüenza”.