Octubre: mes del trabajo decente y los 100 años de la Seguridad Social en Chile
En el marco del Mes del Trabajo Decente 2024, que coincide con la conmemoración de este centenario, no solo celebramos los logros alcanzados, sino que también reflexionamos sobre los desafíos futuros.
Este año, Chile celebra un hito fundamental: los 100 años de la creación de su sistema de Seguridad Social. Lo que comenzó en 1924 con la fundación del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social ha sido una pieza clave en el avance de las condiciones laborales y de salud para miles de trabajadoras y trabajadores a lo largo de un siglo. Hoy, este sistema, amparado por la Ley 16.744 que instauró el Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, sigue siendo un pilar esencial en la protección de la fuerza laboral, gestionado con dedicación por el Instituto de Seguridad Laboral (ISL).
En el marco del Mes del Trabajo Decente 2024, que coincide con la conmemoración de este centenario, no solo celebramos los logros alcanzados, sino que también reflexionamos sobre los desafíos futuros.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Trabajo Decente implica que todas las personas, sin distinción de género, tengan acceso a un empleo productivo, de calidad, con condiciones seguras y salarios dignos, junto con el pleno respeto a sus derechos. Este principio es el eje de nuestras acciones en el ISL, conscientes de que la seguridad y el bienestar laboral son fundamentales para un desarrollo equitativo y sostenible.
La Ley 21.133, que incorporó a las trabajadoras y los trabajadores independientes, migrantes y sectores informales a la seguridad social, y el decreto 313, que amplía las coberturas del seguro escolar, son ejemplos de los avances normativos necesarios para ampliar la protección laboral. Además, las modificaciones recientes a la Ley SANNA han mejorado el acceso y la cobertura de los permisos parentales para el cuidado de niños con enfermedades graves, lo que representa un paso crucial en el apoyo a las familias trabajadoras.
Asimismo, la implementación progresiva de la Ley de 40 horas, que reduce la jornada de trabajo y promueve un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, también marca un cambio significativo en el panorama chileno.
Otro factor determinante es la actualización de la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que establece nuevas directrices y estándares para garantizar condiciones laborales seguras y saludables.
Esta política se enfoca en la prevención de riesgos laborales, la promoción de la salud en el trabajo y el fortalecimiento de la cultura de seguridad, aspectos clave para proteger a los trabajadores y trabajadoras en un entorno laboral en constante cambio.
Además, la implementación del Convenio 190 de la OIT y la Ley Karin son exigencias cruciales para reconocer y proteger los derechos de las trabajadoras y los trabajadores en el mundo de hoy. Estos marcos legales buscan garantizar espacios laborales libres de violencia y acoso, incluyendo la violencia y el acoso por razón de género. Y como ISL tenemos un rol preventivo fundamental en apoyar e instruir a las empresas sobre estos nuevos ítems, asegurando que todas las personas en Chile tengan derecho y acceso a un trabajo decente.
Avances normativos de este primer siglo que, sin duda, han forjado el camino para lograrlo. No es solo un deber, es una misión que abrazamos con convicción. Sabemos que el diálogo social es la ruta para avanzar, y que la colaboración entre el Estado, las empresas y las personas trabajadoras es esencial para construir un entorno laboral que dignifique y proteja a quienes lo conforman.
Mirando hacia el futuro, los próximos 100 años de Seguridad Social en Chile nos desafían a seguir innovando, a profundizar las conquistas logradas y a adaptarnos a los cambios en el mundo del trabajo. El reto está en consolidar un sistema que no solo proteja, sino que impulse la dignidad y el bienestar de todas las personas trabajadoras, con el Trabajo Decente como la brújula que guíe cada avance de este derecho fundamental.
- El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.