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Megaproyecto solar en Australia: ¿nos estamos quedando atrás? Opinión

Megaproyecto solar en Australia: ¿nos estamos quedando atrás?

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Rodrigo Palma
Por : Rodrigo Palma Director SERC
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Puede ser un buen momento para trabajar colaborativamente con Australia en este proceso de validación del proyecto SunCable y concebir ideas similares para nuestro país, adaptadas a nuestros propios contextos.


Hace unas semanas, Australia anunció la aprobación preliminar de construcción de la planta de energía solar más grande del mundo: SunCable (6 GW usando 120 km2 de superficie). La planta más grande en Chile es de 0,5 GW de capacidad instalada, en tanto que la capacidad solar de todo el país es cercana a los 10 GW.

El proyecto, cuya aprobación final será el año 2027, incluye sistemas de almacenamiento en torno a las 10 h. Este megaproyecto se trata de una iniciativa de 24 mil millones de dólares, que implica conectar a través de 4.300 km de cables submarinos a Singapur, que recibiría un tercio de la energía generada. Ahora, desde Chile, esta importante noticia nos lleva a preguntarnos sobre la necesidad y pertinencia de avanzar en este tipo de proyectos en nuestro país, aprovechando nuestro gran potencial de energías renovables que se estima en 2.350 GW.

Sin duda, este tipo de iniciativas nos hacen evaluar sobre el tipo de proyectos que podemos impulsar en Chile, buscando que nuestro país pueda aprovechar de manera sostenible su riqueza solar. El Norte Grande chileno presenta un gran potencial para la producción de electricidad y calor sobre la base de energía solar y para la aplicación de soluciones tanto fotovoltaicas como térmicas, dados, por ejemplo, sus altos niveles de irradiación y sus índices excepcionales de claridad.

La superficie del desierto de Atacama es de 105 mil km2, por lo que un proyecto como SunCable requeriría en torno al 0,1 % de su superficie. Sin embargo, eso no significa que no sea necesario entender y mitigar los  efectos de este tipo de megaproyectos en el territorio. Elementos claves son las islas de calor, ecosistemas y comunidades aledañas. A lo anterior se suma el desafío de la transmisión de energía a otro país, como es el caso de Singapur.

Creemos firmemente en un futuro solar para Chile, pero insistimos en abordar estos desafíos con un enfoque interdisciplinario, para poder evaluar en forma integral sus beneficios e impactos antes de la decisión final. Asimismo, monitorear su desarrollo para enmendar eventuales errores de diseño y mitigar impactos no anticipados.

Mientras más grande la escala de un proyecto, se requiere de mayores certezas sobre sus impactos. En Chile, ya tenemos experiencia de proyectos de gran escala, pero poco seguimiento sistémico de sus impactos. 

Sin embargo, así como Australia lo expresa, para dar los siguientes pasos son requeridas mayores alianzas y confianza entre los actores involucrados, junto a una robusta evidencia de base científica. Puede ser un buen momento para trabajar colaborativamente con Australia en este proceso de validación del proyecto SunCable y concebir ideas similares para nuestro país, adaptadas a nuestros propios contextos.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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