Chile debe enfrentar de manera urgente estos desafíos para garantizar que todos los pacientes tengan acceso a los tratamientos que necesitan.
En Chile, las dificultades asociadas al acceso a medicamentos se han convertido en una cuestión crucial que merece la atención urgente de los diversos actores sociales. Como Federación Chilena de Enfermedades Raras, Fecher, nos preocupa enormemente el retraso en la aprobación y disponibilidad de nuevos medicamentos en nuestro país, lo que dificulta que la innovación terapéutica llegue oportunamente a los pacientes.
El estudio “W.A.I.T Indicator 2024”, elaborado en conjunto por FIFARMA e IQVIA, revela que, en promedio, la aprobación de medicamentos innovadores en Latinoamérica toma 33 meses. Sin embargo, el tiempo hasta su disponibilidad –es decir, el período que transcurre entre la autorización de comercialización y el momento en que el medicamento realmente llega al paciente– alcanza los 24 meses.
A la luz de este estudio, Chile supera el promedio en la aprobación y disponibilidad de las nuevas terapias, llegando a un total de 63 meses, constituyendo el cuarto país con los plazos de disponibilidad más largos en Latinoamérica, lo cual es una realidad alarmante.
Este retraso se refleja en la alta demora, por parte de la entidad regulatoria local, en su proceso de evaluación de medicamentos. Cabe recordar que en el Decreto N°3, en su artículo 47°, que “Aprueba el reglamento del Sistema Nacional de Control de los Productos Farmacéuticos de Uso Humano” del Ministerio de Salud, indica que el proceso de inscripción debe tener un plazo de seis meses. Sin embargo, en la práctica supera los 24 meses o más, mostrando una falta de sentido de urgencia que impacta severamente a muchos pacientes de Chile.
Estos problemas no son insuperables. Muchas de las soluciones podrían implementarse sin necesidad de una nueva legislación o de reformar completamente el sistema de salud. Es fundamental que el sistema de salud actúe de manera eficiente y oportuna para superar estas barreras.
Chile debe enfrentar de manera urgente estos desafíos para garantizar que todos los pacientes tengan acceso a los tratamientos que necesitan. La situación actual exige una respuesta coordinada y efectiva para cerrar la brecha en el acceso a medicamentos y mejorar la calidad de vida de quienes dependen de estos tratamientos esenciales.