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Sembrando vocaciones científicas: la importancia del apoyo temprano a las niñas Opinión

Sembrando vocaciones científicas: la importancia del apoyo temprano a las niñas

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Francisca Zamorano Lagos
Por : Francisca Zamorano Lagos Estudiante de Doctorado en Ciencias de la Ingeniería con mención en Ingeniería Eléctrica.
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El entorno social, como la familia y los educadores, juega un rol fundamental en la formación de los jóvenes.


Según la UNESCO, las mujeres constituyen solo el 35% de los estudiantes en áreas STEM y menos del 30% de los investigadores a nivel mundial. Esta disparidad de género en ciencia y tecnología es un reflejo de la falta de apoyo y de modelos a seguir desde las primeras etapas formativas. Para cerrar esta brecha, el trabajo debe comenzar desde la infancia, brindando apoyo y orientación a las niñas para que puedan imaginarse en estos campos y perseguir sus intereses.

El entorno social, como la familia y los educadores, juega un rol fundamental en la formación de los jóvenes. El apoyo de figuras clave, como lo fue el caso de Hipatia de Alejandría con su padre y maestro Teón, demuestra cómo una guía adecuada puede transformar la vida de una persona. De manera similar, necesitamos divulgar más la historia de científicas, sobre todo nacionales, como Cecilia Hidalgo y María Teresa Ruiz, para que las jóvenes vean que seguir una carrera en STEM no solo es posible, sino que también es una oportunidad para contribuir a la sociedad.

Además, es importante incentivar que las mujeres que estudian carreras en áreas STEM continúen con estudios de postgrado. Sin embargo, esto presenta un gran desafío. En mi camino como estudiante de postgrado, he observado la baja participación de estudiantes de pregrado en proyectos investigativos, lo que limita su desarrollo en el ámbito científico. Por eso, considero que las estudiantes de magíster o doctorado tenemos un papel crucial al abrir espacios de colaboración y mentoría. Acompañar a las jóvenes en sus primeros pasos en investigación no solo fortalece su formación, sino que también las motiva a continuar en el ámbito académico, aumentando así la presencia femenina en la ciencia.

El acompañamiento, en toda etapa, lo es todo. El camino no es fácil, pero se hace más ameno cuando se tiene apoyo. Si queremos lograr una mayor equidad de género en la ciencia y la tecnología, debemos tomar acción desde las infancias, apoyando a nuestras jóvenes, mostrándoles que tienen el potencial de ser las científicas del futuro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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