
El portazo de la dupla Ka-Ka a realizar primarias con Matthei
Si esto llegara a ocurrir, que uno de los Ka-Ka pasara a segunda vuelta, tendríamos condiciones muy similares a la elección de 2021, cuando Kast logró la primera mayoría en primera vuelta, pero después perdió producto del alto voto rechazo que tiene, debido a sus posiciones extremas.
No sé si es la quinta o sexta vez que Evelyn Matthei realiza el mismo llamado. Ha dicho, incluso, que lo intentará hasta el último día en que se pueden inscribir las primarias –en dos semanas más–, pero hasta ahora, todos sus esfuerzos han sido en vano. Por su parte, la dupla Ka-Ka ha descartado de plano todas las invitaciones.
El principal argumento esgrimido por Kast y Kaiser es que Chile Vamos traicionó a la derecha al apoyar al oficialismo en distintos proyectos de bien común, como la reforma de pensiones. También han acusado a la exalcaldesa de zigzagueante y contradictoria.
Pero, además, Johannes Kaiser y José Antonio Kast han asegurado que jamás han recibido una petición oficial por parte de Chile Vamos para una primaria. Este elemento despierta ciertas sospechas, ya que, pese a los frenéticos llamados de Evelyn a una primaria amplia de todo el sector, al mismo tiempo el conglomerado opositor se resistió a que Carter participara en el proceso.
Tampoco ha sido invitado Parisi, quien volvió de Estados Unidos con un discurso abiertamente de derecha, con ciertos tintes de Milei. Es más, Demócratas y Amarillos han expresado su molestia con Chile Vamos por la escasa deferencia recibida en la conformación del pacto parlamentario.
En otras palabras, pareciera que Chile Vamos estuviera haciendo un doble juego: desplegar un relato de unidad, pero al mismo tiempo no hacer nada concreto para ello. ¿Estrategia o simplemente un error más, de los muchos que ha tenido la larga campaña de la exalcaldesa? Sin duda, el rechazo a Carter es una expresión de esta contradicción.
Todas las encuestas indican hoy –ojo, que desde el voto obligatorio el nivel de predicción ha bajado considerablemente– que, si se suman los tres principales candidatos de la derecha (Matthei y la dupla Ka-Ka), alcanzarían alrededor de 50% de una eventual votación. De ahí la urgencia y ansiedad del equipo de Matthei. Según expresó la candidata el viernes pasado, “si vamos a primarias, ganamos en primera vuelta”. Por cierto, un supuesto extremadamente optimista…y poco realista. Veamos por qué.
Con una alta dispersión de votos, considerando que al menos podrían competir 6 o 7 candidatos, un triunfo en primera vuelta es casi imposible, más aún cuando los electores suelen darse un gusto en el primer sufragio y optar por posiciones de nicho. Un ejemplo de esto puede ser el votante de Parisi. Por otra parte, nada garantiza un trasvasije de votos en forma automática, considerando el nivel de división y recriminaciones que han tenido los candidatos del sector en estos meses.
Y pese a los ruegos de Evelyn a sus dos competidores, la dupla Ka-Ka, todo indica hasta ahora que estos se la jugarían por una primaria entre ambos, pero llevando lista común al Parlamento. Este es un escenario altamente peligroso para los intereses de Chile Vamos, ya que hoy las encuestas muestran que, sumados Kaiser y Kast, superan a la exalcaldesa, diferencia que podría aumentar por desborde hacia la derecha dura, especialmente de personas que antes han votado por la UDI y que hoy se sienten decepcionados de la política de acuerdos representada en la reforma de pensiones.
Si esto llegara a ocurrir, que uno de los Ka-Ka pasara a segunda vuelta, tendríamos condiciones muy similares a la elección de 2021, cuando Kast logró la primera mayoría en primera vuelta, pero después perdió producto del alto voto rechazo que tiene, debido a sus posiciones extremas.
De ahí los llamados de Chile Vamos a tener una primaria amplia, ya que la dispersión de votos entre Kaiser y Kast puede garantizarle a Matthei estar en el balotaje. Sin embargo, el mejor escenario para ellos es una primaria entre Republicanos y Libertarios, ya que eso les aumenta mucho las posibilidades de que uno de ellos derrote a Matthei.
Si a lo anterior sumamos que Carter, después que su ultimátum no fuera considerado por la centroderecha, podría postular como candidato a senador por Republicanos, el riesgo de Chile Vamos de seguir perdiendo votantes desde su borde más derecho es alto.
Este último escenario le abre –teóricamente– posibilidades al oficialismo, siempre y cuando sea capaz de lograr un proceso de primarias común, sellado con un pacto de apoyos cruzados en el balotaje. Claro que lo que parecía un hecho hace dos semanas, no es tan claro hoy, después del quiebre entre el PS y el FA por la destitución de Isabel Allende y el enredo –innecesario– de Jara por Cuba, que debilitó las opciones de que la DC participe en las primarias.
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