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Sobre el uso de la marihuana en personas mayores

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Por: Fundación Daya y otros


Señor Director:

Curioso resulta leer en un mismo párrafo información tan contradictoria. Es lo que ocurre en la Carta al Director publicada el lunes 12 de marzo de este año en este mismo medio, firmada por el director y el presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile.

Por una parte, afirman que no son infrecuentes las personas mayores que usan cannabis por causas osteo-articulares o condiciones neurológicas, las que manifiestan que la utilización de cannabis les ha cambiado la vida, sin reparar en esta observación, que para nosotros resulta trascendente.

Por otra parte, afirman que esto sigue siendo “cantos de sirena”, ya que la evidencia aún no demuestra un beneficio transversal. Pues bien, por solo citar un ejemplo, de acuerdo a una investigación realizada el año 2018 por la Universidad Israelí Ben-Gurion del Negev en Be’er-Sheva publicada recientemente en el European Journal of Internal Medicine[1], el uso terapéutico del cannabis es seguro y eficaz en la tercera edad. Los investigadores analizaron durante seis meses las terapias con cannabis medicinal en pacientes de edad avanzada que buscan alternativas para aliviar los síntomas del cáncer, el Parkinson, los trastornos de estrés postraumático, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la esclerosis múltiple. Participaron del estudio 2.736 pacientes mayores de 65 años y la edad media de los participantes fue de 74,5 años.

Después de los seis meses de tratamiento el 93,7% de los participantes consideraron haber mejorado su situación y obtenido una disminución de dolor, pasando de una media de 8 en una escala de 0-10, a una media de 4. Los eventos adversos más comunes fueron los mareos, registrados en el 9,7% de los pacientes y sequedad de boca en el 7,1% de los casos observados. Los autores afirman que los resultados obtenidos son concluyentes: “después de monitorear pacientes de 65 años o más durante seis meses, encontramos que el tratamiento médico con cannabis alivia significativamente el dolor y mejora la calidad de vida de las personas mayores con efectos secundarios mínimos”. El cannabis medicinal es significativamente más seguro para los ancianos con dolor crónico que los opioides, afirman los titulares del estudio de la Universidad Ben-Gurion y Soroka.

Esto resulta totalmente coherente con lo que vemos todos los días en nuestra práctica clínica los médicos que trabajamos en Fundación Daya y otras organizaciones similares, donde cerca del 30 % de los pacientes atendidos son adultos mayores. Sin duda que estos positivos resultados deben inspirar nuevas y más amplias investigaciones, pero lo que no resulta éticamente sostenible es limitar el acceso a este grupo etario a la espera de aquello. La pericia médica y la experiencia de los pacientes no pueden ser obviados.

El cannabis como medicina no sólo abre importantes caminos de investigación en el campo de los cannabinoides, sino que también plantean importantes desafíos para la relación entre los médicos y quienes precisan resolver sus problemas de salud. La incorporación de las vivencias de los pacientes abre nuevas dimensiones para mejorar las prácticas clínicas. El hecho de que muchas personas hoy estén produciendo su propia medicina a contrapelo de los intereses de importantes poderes científicos, que buscan hegemonizar el saber, no puede ser contestado con un cierre epistémico de la discusión basado en una autoridad científica que concluyen en forma tajante que la marihuana no tiene uso medicinal alguno. Niegan con ello los avances en investigación, la experiencia de miles de pacientes y sus familiares, así como la pericia de los médicos que, día a día, nos dedicamos a acompañar a nuestros pacientes, entre ellos muchos adultos mayores, en su camino hacia la recuperación de la salud y el bienestar. Sin duda la aprobación de la Ley Cultivo Seguro es un paso más en la defensa de los derechos de nuestros pacientes usuarios de cannabis medicinal y la preservación tanto de su dignidad como de su seguridad.

Dr. Jorge Harán Díaz, Neurólogo de Fundación Daya. Universidad de Concepción
Dr. Guillermo Fariña, Neurólogo de Fundación Daya. Universidad de Chile.
Dr. Manuel Báez, Médico Psiquiatra de Fundación Daya. Universidad de Chile.
Dra. Antonieta Valenzuela, Médica Cirujana, Fundación Daya. Universidad Autónoma de Chile.
Dr. Diego Cruz, Médico Cirujano. Universidad de Santiago
Dr. Lukas Ursich, Médico Cirujano de Fundación Daya. Universidad del Mar
Dr. Rudolf Motzfeld, Médico Cirujano de Fundación Daya. Universidad Finis Terrae
Dr. Patricio Silva, Médico Cirujano de Fundación Daya. Universidad Finis Terrae
Dr. Ivo Vukusic, Director Instituto de Fenomenología Médica, Frente Amplio de Salud, Chile. Universidad Mayor.

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