Señor Director:
Hace unos días se vivió un clima anti inmigración gracias al frustrado llamado a marchar en contra de la Ley de Migración. Esto llevó a que el Movimiento Social Patriota estuviera en boca de los medios y por lo tanto, de la opinión pública.
Este movimiento supuestamente busca reivindicar los valores patrios debido a que existe un clima de «Odio hacia lo chileno». En los medios hablan de no estar en contra de los inmigrantes, sólo hablan de regularlos; sin embargo, en sus redes sociales abundan los mensajes en contra de cualquier noticia que hable sobre los inmigrantes. En otras palabras: buscan generar una alerta colectiva difundiendo mentiras o exagerando para hacer creer que los inmigrantes generan desempleo, disminuyen los salarios y fomentan la delincuencia.
Si bien existen múltiples estudios que indican el beneficio de la inmigración (Libertad y Desarrollo, Centro de Estudios Públicos, INE, Banco Central, entre otros) este movimiento indica que todos esos datos no reflejan la realidad, y que simplemente es una manipulación de una ola «globalista». Claramente, es un razonamiento irracional y que muestra simplemente un claro mensaje para infundir temor, alejándose completamente de la evidencia estadística.
Ahora bien, ellos no son el único movimiento político (ni el primero) en crear un clima de temor en base a mentiras, lo interesante aparece en las constantes contradicciones que hace este movimiento en particular.
Una de sus contradicciones tiene que ver con las conexiones. Constantemente se les asocia con ser un movimiento nazi, lo cual niegan constantemente, por lo que prefieren denominarse simplemente como nacionalistas. Si bien es cierto que a nadie le agrada ser asociado con un partido genocida, es importante ver su manifiesto y los grupos que apoyan.
El Movimiento Social Patriota dice estar en contra del espectro izquierda o derecha, autodenominándose «tercera vía» (no es la misma tercera vía demócrata cristiana alemana); se dicen anti capitalistas y a la vez anti marxistas; y por último, buscan «defender» la soberanía de la nación, que está siendo destruída por lo que llaman el «globalismo» (culpando a organismos como la ONU). Este tipo de discursos es exactamente el mismo que se ve en la extremo derecha europea (o neofascista).
En cuanto a los grupos que apoyan, estos son bastante conocidos: Apoyan a líderes europeos como Salvini, Le Pen o Nigel Farage; pero lo importante es conocer los grupos que apoyan y a su vez ocultan. Uno de estos grupos es el de CasaPound. Este movimiento político tiene sus raíces en Italia, reivindicando abiertamente el legado la tradición fascista. Tanto Pedro Kunstmann como Claudia Navarro (ambos del Movimiento Social Patriota) tenían imagenes y publicaciones con alusión a ese movimiento en su instagram, publicaciones que actualmente borraron (pero que se pueden encontrar en lugares como Twitter). No está demás agregar el nexo que estableció Canal 13 entre las camisetas que vende este Movimiento con personajes que asisten a tocatas neonazis (misteriosamente captan la atención de esos grupos). Quizás no es tan descabellada la asociación con el nazismo.
Pero la contradicción más grande se encuentra en el discurso de sus principales rostros: Gaspar Rivas y Pedro Kunstmann.
Gaspar Rivas es el ex diputado conocido por insultar a Andrónico Luksic, y en la actualidad es el presidente del Movimiento Social Patriota. En su cuenta de Twitter se autodenomina «antipolítico» lo cual es extraño, ya que realiza acción política siendo presidente de un movimiento político, además de haber sido diputado durante 8 años (que por cierto, fue uno de los diputados con menor asistencia en esos períodos). Rivas apoya abiertamente el discurso anti inmigración, pero en su tiempo también fue conocido por pololear con una ciudadana ucraniana que conoció por Facebook. Entonces ¿Cómo puede ser posible que alguien diga defender la identidad chilena, estar en contra de la inmigración, pero pololear con una extranjera? En si carece de sentido puro, o quizás sea porque no les agrada la inmigración latina.
En cuanto a Kunstmann, las cosas son más complejas. Su nombre real es Pedro Pérez Kunstmann, pero supuestamente por cuestiones familiares, el decidió cambiar el orden de sus apellidos. De todas maneras, es un tanto extraño tener un discurso nacionalista pero a la vez haciendo actos como cambiar el orden de apellidos (Uno originalmente hispánico y común entre los chilenos por otro no tan común y de origen alemán). En Twitter sube noticias en contra de los inmigrantes delincuentes, generando una percepción de existir «muchos inmigrantes que roban» pero ¿Qué hay de él? Está querellado por asociación ilícita; estafa; tiene una deuda por el CAE que no quiere pagar y por lo visto, no es abogado (ejercicio ilegal de la profesión. No aparece en los registros del Poder Judicial). No es alguien limpio en antecedentes.
Pareciera que estos grupos odian la inmigración, pero sólo la latina.
Javier Valdivieso