Señor Director:
Quizás en 1864 cuando se crea la primera Escuela de Párvulo Pública por decreto del Ministerio de Justicia, no se tenía el conocimiento que hoy tenemos, en relación a los grandes los avances en la psicología y luego en la neurociencia, tampoco existía ni se mencionaba que los niños eran sujetos de derecho, lo que si había eran personas que con su trabajo silencioso por décadas y una centena de manera desinteresada han sido facilitadores en el aprendizaje de los menores de 6 años, sin que la sociedad en su conjunto reconociera la labor pedagógica .
El hecho de que en 2019 se le haya concedido a M. Victoria Peralta, Educadora de Párvulos, el Premio Nacional de Educación; que el martes 8 de octubre vaya a votación en el senado la puesta en marcha de una sala cuna que pueda ser utilizada por mujeres con trabajos independientes o dependientes y sin número mínimo para su apertura (Sala Cuna Universal), nos está dando claras certezas que la Educación Parvularia después de 155 años ha adquirido visibilidad, como una válida etapa en que el ser humano aprende con mayor facilidad de su entorno y la intervención en ello de profesionales competentes puede tener repercusiones efectivas en la maduración del pensamiento , la sociabilidad y la afectividad en su vida a largo plazo.
Como educadoras de párvulos la responsabilidad y el compromiso con lo que hacemos trascienden el reconocimiento, pero es positivo cuando los mayores beneficiaros son nuestros niños y niñas.
Olga Arellano A.
Directora Educación Parvularia
Universidad Pedro de Valdivia