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Depresión postparto

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Por: Angie Demierre


Señor director:

El 10 de octubre se celebró el día de la Salud Mental y una arista que suele quedar fuera es la depresión post parto (DPP)

La DPP se traduce en un estado de gran vulnerabilidad emocional debido a la importante carga hormonal para quien da a luz, pero aún más en el contexto biopsicosocial en el que se desarrolla.

Si bien desde el 2008 el MINSAL utiliza la escala de Edimburgo para detectar esta enfermedad, los esfuerzos aún no son suficientes para poder disminuir las cifras. Estudios realizados en nuestro país señalan que una de cada cinco madres sufrirá de esta enfermedad en algún momento de su vida.

Esta afección se tiende a desarrollar durante el embarazo y se acrecienta en situaciones donde existe una relación inversamente proporcional entre el nivel socioeconómico y el riesgo de esta enfermedad, multiplicándose hasta tres veces más.

Hay ciertos factores que dificultan el acceso a la atención de estas usuarias, como miedo, vergüenza, las percepciones negativas respecto a la atención psicológica para las personas, y más aún los roles de género que descansan las labores del hogar como una función femenina, que se sobrecarga con los cuidados del puerperio de la madre y el recién nacido.

No es solo una enfermedad que afecta a la madre, sino también a hijas, hijos y familia, pudiendo desencadenar abandono al menor, negligencia e incluso violencia hacia él mismo, con las consecuencias legales que eso conlleva.

Es necesario que generemos ambientes protectores para todas las madres desde la gestación junto a su familia y pareja para que se involucre activamente en la crianza; asimismo, propiciar espacios de conversación entre gestantes y puérperas para compartir experiencias, y normalizar acudir a servicios de salud mental cuando sea necesario.

Angie Demierre 

Académica Escuela de Obstetricia UNAB

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