Señor director:
Vuestra sección “Sin Editar” publica hoy una nota bajo el título “Corte Suprema elige como candidato a ministro de la Corte de Santiago a juez investigado por prevaricación” que refiere a hechos ocurridos hace casi una década por los que una colega ha buscado sin éxito atribuir responsabilidad a quien escribe y a otros jueces.
Frente al contenido de la publicación, que actualiza una vez más lo ya desestimado en distintas sedes a lo largo de estos años, quiero aclarar lo siguiente:
1.- Nunca se me ha citado ni he declarado en la mentada denuncia por prevaricación. Tampoco tengo la calidad de “imputado” ni estoy noticiado por los canales formales de que exista una investigación en mi contra, que no sea a través de diversas publicaciones que han recogido los antecedentes que se han ventilado;
2.- En cuanto a la fallida querella del juez Álvaro Flores por injurias contenidas en un correo electrónico despachado masivamente, cuyo emisor nunca pudo ser determinado, en la que concurrí como testigo, aclaro que tal acción, por ser de acción privada, efectivamente requería del impulso de las diligencias investigativas por parte de los afectados, pues en Chile tales delitos no son menester del Ministerio Público;
3.- No deja de llamar la atención que pese al tiempo transcurrido y al paulatino agotamiento de todas las vías intentadas, lejos de hallar conformidad, quienes las han promovido persistan ahora mediáticamente, como curiosamente ocurrió a días de la última elección al interior de la Asociación Nacional de Magistradas y Magistrados.
Como el foco parece ser mi carrera judicial y convencido de la necesidad de transparencia y rendición de cuentas como pilar fundamental de la función pública y de nuestra democracia, invito a sus lectoras y lectores a buscar la verdad oyendo también a la otra parte, ejercicio que puede resultar no sólo interesante, sino necesario, para lo cual estoy a su entera disposición.
Mauricio Olave Astorga
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