Publicidad

Sin mujeres no hay democracia

Publicidad
Por: varias firmantes


Señor Director: 

Esta semana distintos medios han publicado declaraciones que cuestionan la paridad, sosteniendo que vulnera la igualdad ante la ley, distorsiona la representación y “mete la mano a la urna”.

Seamos claras: La paridad es un principio de justicia y un mínimo democrático que ya ha sido reconocido en Chile como un avance a nivel mundial.

No distorsiona el voto: todos se cuentan y consideran. Como regla, la paridad fortalece la representación, corrigiendo exclusiones históricas para que los órganos sean un reflejo de la sociedad. Somos más de la mitad de la población, y por ejemplo, en 212 años de existencia del Congreso, menos del 4% de las parlamentarias han sido mujeres.

Ni la paridad de entrada ni las cuotas son suficientes. Los partidos han encontrado formas de eludirlas presentando a candidatas sin apoyo ni financiamiento. La baja electividad de mujeres no se explica por falta de mérito, sino por obstáculos que impiden su participación en igualdad de condiciones: junto con asumir cargos de representación, las mujeres cuidamos, criamos y trabajamos, lo que hace que participar en política tenga un costo que lo convierte en un privilegio de quienes tienen buenas redes de apoyo o pueden pagarlo.

Históricamente hemos enfrentado resistencias, incluso encarnadas por otras mujeres. Hubo las que se opusieron a avances como el sufragio femenino o el divorcio; pero nuestros logros son el piso para todas. Así ha sido y será con la paridad. Nuestros derechos no están asegurados y, aunque venga en voces de mujeres, como feministas enfrentaremos a quienes quieran retroceder. Sin mujeres no hay democracia.

Firman:
Aurora Rozas
Javiera Manzi
Camila Miranda
Pierina Ferretti
Irune Martínez
Javiera Arce
Daniela López
Bárbara Sepúlveda
Alondra Carrillo
Francisca Millán
Elisa Giustinianovich
Danitza Pérez

Publicidad

Tendencias