Señor Director:
El pasado 22 de mayo el diputado Cristóbal Urruticoechea presentó un proyecto que busca “prohibir el ingreso a las salas de clases y a las escuelas a personas ajenas a los establecimientos, que lleguen a realizar charlas de educación sexual”.
¿Qué nos dicen los datos sobre las consecuencias de una educación sexual deficiente? Según la Encuesta Nacional de la Juventud del INJUV (2022), el 19,8% de jóvenes que inician su vida sexual, reportan haber vivido un embarazo no planificado, mientras que la Primera Encuesta Nacional de Abuso Sexual y Adversidades en la Niñez (2022) señala que el 18% de las personas encuestadas ha sido víctima de abuso sexual siendo menor de edad y el 23% de reportó que este abuso había sido perpetrado por un conocido de la familia.
Un país que se educa en afectividad y sexualidad desde un enfoque integral, se convierte en un país que protege a niñas, niños y jóvenes, en el que pueden desarrollarse de manera libre y plena; se convierte en un país en el que sus habitantes pueden tomar decisiones informadas sobre las trayectorias de vida que desean tener; se convierte en un país más seguro y con menos víctimas de violencia sexual y menores cifras de embarazos no planificados.
Un país con educación sexual integral respeta y promueve relaciones sanas entre las personas. Un país con educación sexual involucra a las familias, la educación y la sociedad toda. Con información basada en evidencia científica y herramientas adecuadas y pertinentes a cada etapa del ciclo vital, la educación sexual nos protege, nos ayuda a tomar mejores decisiones para poder vivir una mejor vida.
Carla Ljubetic
Directora Ejecutiva
Fundación Niñas Valientes