Señor Director:
Según la Tercera Radiografía de Género de MinCiencia, una de cada tres personas que hacen investigación en Chile son mujeres; somos el cuarto país con menos mujeres tituladas en carreras STEM (8%, mientras que el promedio OCDE llega al 16%); las mujeres ganan menos que sus pares; y mientras avanzan en su carrera, muchas desertan (32% de doctoras en I+D en 2020). Por otra parte, recientemente hemos conocido la noticia del Premio Nobel de Física (Pierre Agostini, Ferenc Krausz y Anne L’Huillier). Además de su interesante aporte a la comprensión de los electrones en cortas escalas de tiempo -que algún día podrían conducir al desarrollo de chips de computadoras más potentes-, llama la atención que esta gran noticia se presente en titulares como “la quinta premio nobel de física” o “en 100 años solo 5 mujeres han ganado el premio nobel de física”.
Entonces, ¿nos debemos alarmar por los números arrojados en el estudio del MinCiencia si, en vez de potenciar a las niñas, jóvenes y mujeres a incorporarse en áreas STEM, se muestran estos grandes logros como algo casi inalcanzable? El mismo estudio muestra que esta situación es particularmente interesante, ya que revela el creciente interés de las mujeres por programas de capital humano avanzado en áreas STEM, terreno que hasta hace un par de décadas era casi exclusivo para los hombres.
Debemos promover la equidad de género como un derecho humano fundamental, como un impacto positivo en nuestra sociedad, porque independiente del género, todos y todas podemos llegar a tener un potencial y ser capaces de desarrollarnos y tomar este impulso como una oportunidad para lograr un incremento significativo de la cantidad de niñas que comienzan a interesarse en áreas STEM y que luego se transforman en mujeres que estudian una carrera STEM y que permanecen en ellas.
Paulina González-Martínez,
directora de Ingeniería Civil Plan Común, Facultad de Ingeniería, U. Alberto Hurtado.