Señor director:
La subsecretaria de Educación Parvularia ratificó su compromiso para continuar avanzando en el logro de una educación inclusiva para este nivel, a través del impulso a las diversas orientaciones técnicas que permitan actualizar, en lo cotidiano, este modelo educativo.
Festejamos esta iniciativa, sobre todo porque se instala desde el inicio de la vida en comunidad de nuestros estudiantes.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la consideración de los desafíos que se plantean en esta situación. A diferencia de lo que muchos piensan el mayor reto no es la creación de climas de valoración de la diversidad en el aula, ya que naturalmente nuestros niños y niñas de este nivel incluyen sin barreras a quienes tienen alguna condición o diferencia. El desafío más relevante está en lo que la misma subsecretaria plantea: el cambio en la cultura de una comunidad educativa, que implica la revisión de nuestras creencias y actitudes hacia lo diverso, la confianza en la real posibilidad de modificabilidad propia y de los otros y, lo más complejo, vencer el temor a lo desconocido. Acompañar a una comunidad educativa en este tránsito y hacerlo de manera colaborativa, puede ser el mejor inicio para ir generando contextos inclusivos, enfrentando como adultos responsables de estas iniciativas, nuestras propias barreras cognitivas y afectivas.
Nos falta mucho camino por recorrer. Y mucha evaluación desde la realidad en la que se desempeñan nuestras educadoras para ir rescatando prácticas colectivas efectivas hasta generar conciencia de las oportunidades que aparecen en la educación diversa en todos sus ámbitos. Pero nada de esto funcionará si no contamos con lo esencial: la incorporamos de toda la comunidad que forma parte de este aprendizaje.
Marcia Valenzuela
Directora Magíster Educación Inclusiva UDD