Es momento de medir la pobreza infantil
Señor Director:
Recibimos con agrado el trabajo de la Comisión Asesora Presidencial para actualizar las metodologías de medición de la pobreza. Integrada por expertos, la comisión ha abierto espacios de participación para que diversas organizaciones presenten sus propuestas. Como Observatorio Niñez consideramos crucial que la comisión incorpore metodologías específicas para medir la pobreza infantil, incluyendo indicadores que reflejen las experiencias y voces de niños.
Actualmente la forma de medir la pobreza no capta adecuadamente la situación de niñas y niños. Según los últimos datos, aunque ha disminuido el porcentaje de niñas y niños en hogares con pobreza por ingresos y multidimensional, ha aumentado la proporción de niños en hogares con inseguridad alimentaria. También ha bajado la asistencia a la educación preescolar y ha subido la inasistencia crónica a la escuela. Además, se observa un deterioro en la salud física y mental, con mayores niveles de obesidad y síntomas depresivos en niñas y niños. Estos indicadores de carencias deben reflejarse en mediciones de pobreza infantil.
Para garantizar una buena medición, se requiere considerar múltiples perspectivas. El enfoque basado en ingresos es importante, pero también se deben enfatizar los enfoques basados en necesidades, capacidades, exclusión y derechos. La medición debe hacerse a nivel individual y no solo a nivel de hogar, dado que los recursos se distribuyen de manera desigual dentro de las familias y las necesidades de niñas y niños varían según su etapa de vida.
Medir la pobreza infantil es esencial ya que sus causas y consecuencias son distintas de las de la pobreza en adultos. Esta tiene impactos profundos y a largo plazo en el desarrollo, afectando la salud, rendimiento escolar y bienestar general de niños y niñas. Además, impide a los niños disfrutar de sus derechos y alcanzar su pleno potencial. La medición específica de la pobreza infantil es crucial para diseñar políticas públicas efectivas que respondan a sus necesidades únicas, promoviendo su desarrollo integral y asegurando tanto su bienestar presente como sus oportunidades futuras. Hasta ahora la medición de la pobreza en Chile ha ignorado en gran medida a las niñas y niños. Esperamos que esta comisión pueda revertir la situación. Desde la sociedad civil, estamos disponibles para aportar en el desarrollo de estas mediciones.
Paloma Del Villar
Directora Observatorio Niñez de Fundación Colunga