Señor director:
La prohibición del uso de celulares y otros equipos tecnológicos adoptada en algunos establecimientos educacionales de la comuna de Las Condes, apunta en la dirección correcta para prevenir y mitigar el daño que el uso excesivo de los celulares tiene en especial en preadolescentes y adolescentes. Una medida como esta, sin embargo, debe tener una visión que integre los pros y los contras del uso de la tecnología en el aula. Una cosa son las redes sociales y otra muy distinta el uso de los computadores y tablets.
La ciencia hoy es clara: las redes sociales y diversas plataformas como los video juegos generan lo que se conoce como una adicción sin sustancia.
El joven se vuelve adicto a verdaderos shots de dopamina producidos por una tecnología hecha con el propósito de generar adicción. es por lo que la sola presencia de los smartphones, relojes inteligentes y cualquier otro dispositivo que permita conectar con este tipo de plataformas digitales, debiese estar prohibido durante todo el horario escolar.
Si queremos que la tecnología sea nuestra aliada, evitemos estos distractores y centrémonos en un uso correcto a través de las herramientas adecuadas.
Es necesario legislar con celeridad, con normas claras y libres de interpretaciones. Las acciones debiesen apuntar a la prohibición del uso en los colegios, pero si no contamos con las familias para su regulación y supervisión de los contenidos a los que se puede acceder, la medida en sí misma no soluciona el problema serio que afecta la salud mental de tantos jóvenes.
La tecnología es una gran aliada y ya es parte de nuestras vidas, no es ni buena ni mala por si misma.
Necesitamos profesionales en salud mental, padres y profesores bien informados que le entreguen herramientas necesarias para el desarrollo de un pensamiento crítico a los jóvenes. Solo así lograremos sacar el mejor provecho de los grandes avances tecnológicos que van sucediendo día a día.
Jacqueline Deutsch Galatzan
Cofundadora Fundación YoQuieroEstar
