Señor Director:
El ambiente se ha tornado extraño en los Estados Unidos, que en noviembre celebra elecciones presidenciales y de representantes.
Joe Biden, por una parte, ha sufrido lapsus en los que confunde la realidad, desde llamar al presidente de Ucrania como Putin en vez de Zelenski o a su vicepresidenta como Trump en vez de Harris. Esto ha ejercido presión sobre el actual mandatario para que dé un paso al costado en la contienda presidencial.
Donald Trump, por otro lado, sufre un atentado en pleno acto de campaña, en el cual – por suerte – solo recibe una herida en su oreja. Uno de sus aliados, el presidente argentino Javier Milei, acusó a la “izquierda internacional” de estos hechos, en su siempre estilo agresivo y polémico.
La violencia política y los lapsus son un ingrediente más a la polarización política que ya existe de hace años en los Estados Unidos. Recordemos también que, tras las votaciones de 2020, ocurrió uno de los momentos más críticos de la democracia norteamericana: el asalto al Capitolio (enero de 2021) por parte de los seguidores de Trump.
Veremos en las próximas semanas cómo se desenvuelven los candidatos, como se torna la conversación presidencial y, por sobre todo, que tan caldeados se vuelven o no los ánimos en una de las más importantes potencias del mundo.
Bruno Mansilla Cortés