Señor Director:
Hace poco publiqué un estudio que examina la conexión entre el contrabando de cigarrillos y el crimen organizado en Chile. Los resultados son claros: lo que empieza con un simple punto de venta en una calle de alta concurrencia, le sigue una logística que permite el abastecimiento permanente, el almacenaje en variados lugares, el transporte, el acceso a los cigarrillos que ingresan al país vía contrabando, el lavado de dinero que se produce en cada una de las etapas y, con todo ello, la evidencia de la existencia de bandas muy organizadas y sofisticadas que operan a nivel nacional, regional e internacional.
Es una expresión del Crimen Organizado Transnacional (COT) que despliega de manera constante un modelo de negocio ilícito, aprovechando las debilidades y vacíos institucionales en diversos aspectos.
En el análisis, se constató que el 81% de los casos de contrabando de cigarrillos expuestos en la prensa están relacionados con el decomiso de drogas, armas de fuego y municiones, lo que sugiere que estas redes tienen intereses y actividades relacionadas más allá del contrabando de cigarros, involucrándose en una variedad de acciones ilegales, incluyendo la corrupción y la extorsión, entre otras, ampliando así su influencia y poder.
Otro punto es que este delito no se desincentiva, sino al contrario; la ausencia de riesgo y los bajos costos en la persecución de este delito por parte del sistema judicial contribuyen en la continuidad de las bandas criminales. Además, debido a la evasión de impuestos, los cigarrillos ilegales tienen un precio hasta un 60% más bajo que los legales, convirtiéndolo en un negocio extremadamente rentable, incluso más que el narcotráfico.
En este momento, nos encontramos reaccionando a estas actividades delictivas cuando realmente deberíamos enfocarnos en prevenirlas y anticiparnos a ellas. Ello implica un esfuerzo focalizado, mediante metodologías de inteligencia criminal, para establecer los nexos. Significa un trabajo coordinado interinstitucional especializado y profesional. Seguimos al debe con eso.
Guillermo Holzmann
Analista Político y consultor en Inteligencia Estratégica