Señor director:
Desde los inicios de la revolución bolivariana, los principios goebbelianos -aquellas máximas creadas por el líder de la propaganda nazi Joseph Goebbels- han sido aplicadas por el actual gobierno en Venezuela. La más utilizada durante los últimos 25 años es el principio de simplificación, individualizando al adversario en un enemigo único mediante una línea histórica que va de los oligarcas y terratenientes del feudalismo a los opositores de la actualidad, cuando son en su mayoría clase media empobrecida y sectores populares precarizados.
Permanentemente, se recurre al principio de desfiguración de los hechos, convirtiendo cualquier acto, por pequeño que sea, en una amenaza grave. Bajo esta lógica se intervienen y suspenden redes sociales como X o Tik Tok.
El principio de transposición es el que le permite cargar sobre el adversario los propios errores, denunciando un irrisorio golpe de estado que se orquestaría través de Internet y redes sociales, tratando así de víctimizarse para luego arremeter.
Mediante el método de contagio se reúne a diversos adversarios en una sola categoría, como los enemigos del pueblo o de la revolución, donde se encuentran desde activistas sociales, organizaciones de derechos humanos, periodistas, hasta plataformas tecnológicas.
Todos estos argumentos están construidos bajo el principio de vulgarización adaptados a un nivel mínimo de reflexión, pues se considera que las masas tienen una limitada capacidad de análisis.
Finalmente, adoptan el principio de renovación al emitir constantemente nuevos argumentos similares, a un ritmo que no le permita al adversario desmentir. Es por ello que un día es X, otro día es Tik Tok, mañana será Instagram la nueva amenaza del régimen.
Nairbis Sibrian Díaz
Académica de Periodismo UDD