Señor director:
Es urgente revisar y reformular las políticas educativas para garantizar que realmente beneficien a los estudiantes y sus comunidades. Los sistemas de asignación de cupos y la gestión escolar deben centrarse en la equidad, la calidad y el bienestar de los alumnos. Hoy estamos en deuda en estos aspectos, principalmente por políticas públicas que no han dado los resultados esperados.
La educación es un tema esencial que requiere una reflexión profunda. El modelo actual privilegia lo académico desde una perspectiva tradicional y desactualizada, ignorando áreas cruciales como las actividades extracurriculares, la vida comunitaria y la formación integral de los jóvenes. Estos aspectos son fundamentales para desarrollar ciudadanos completos y comprometidos con la sociedad.
Seguir confiando en que los SLEP (Servicios Locales de Educación Pública) y el sistema de selección de estudiantes, conocido como la “tómbola”, solucionarán nuestros problemas educativos, parece desviar la atención de lo verdaderamente importante: la formación integral de los estudiantes. Necesitamos políticas que prioricen tanto el rendimiento académico como el desarrollo personal y social.
Es tiempo de abogar por una educación equilibrada que valore no solo el éxito académico, sino también el crecimiento emocional y comunitario de los estudiantes. Este enfoque no solo creará una juventud más sana y preparada, sino que también contribuirá a la seguridad y al bienestar de todo el país. Insto a las autoridades y a la sociedad a repensar nuestras prioridades y trabajar hacia un sistema educativo que forme ciudadanos completos, con igualdad de oportunidades.
Paula Domínguez Risopatrón
Concejal de Vitacura
