Señor director:
Cada día, miles de chilenos y chilenas viven con la inquietante sensación de que el sueldo se acaba mucho antes de que termine el mes. Esta situación, que solía afectar a las familias más vulnerables, ahora se ha extendido a la clase media y a diversos sectores que sienten cómo su poder adquisitivo disminuye con cada semana que pasa. Según cifras del Banco Central, la inflación acumulada en 2023 llegó al 7.8%, lo que se traduce en un aumento en el costo de la vida que no va acorde con los ingresos de la mayoría de los hogares.
A la vez, este 2024 la inflación en Chile durante agosto alcanzó una tasa interanual del 4,7%, lo que representa un aumento respecto al 4,6% registrado el mes anterior. Este es el nivel más alto desde noviembre de 2023. En términos mensuales, los precios al consumidor subieron un 0,3%, destacando aumentos importantes en ropa y calzado (+2,4%), restaurantes y hoteles (+0,9%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (+0,5%). La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, aumentó un 0,2%
Las próximas elecciones regionales serán cruciales en este contexto. Los gobernadores y consejeros regionales que sean electos tendrán una tremenda responsabilidad para revertir esta situación y responder a la confianza depositada en ellos a través del voto. Al respecto, el foco debiera estar en ciertos ejes prioritarios, tales como: la generación de empleo, inversión en infraestructura regional y el desarrollo de programas sociales enfocados en la capacitación.
No podemos permitir que la gente siga sacrificando su bienestar por falta de políticas económicas coherentes y efectivas. Es hora de actuar y recuperar para los chilenos la tranquilidad que merecen
Claudio Lapostol Vargas