Publicidad

En respuesta a “El caso de la jueza del café con galletitas”

Publicidad
Por: Gabriel Zaliasnik


Señor Director:

En relación a la publicación del newsletter +Política de El Mostrador denominada “El caso de la jueza del café con galletitas” (y la nota posterior, que la reprodujo en El Mostrador y sus redes sociales), le hago presente lo siguiente:

  1. A mi entender, el artículo contiene errores, silencios y sesgos que desinforman al lector.

      2. Sólo a título ejemplar, pongo en su conocimiento los siguientes antecedentes:

  • Es un hecho en la causa que indagó el Ministerio Público que en la carpeta solo se acreditaron presiones ejercidas por el Juez Cristian Soto sobre otros jueces del Tribunal, con el propósito de incidir en su decisión, intentando un fallo condenatorio. No obstante ello la Fiscalía decidió archivar la investigación.

 

  • La denuncia inversa (del juez Soto contra otra jueza del tribunal, imputándole gestiones para lograr la absolución del inculpado), fue sobreseída definitivamente por el Juez Titular del 7º Juzgado de Garantía de Santiago, tras una exhaustiva investigación. Esta relevante información es omitida en la publicación de El Mostrador. En la decisión de sobreseer la causa no tuvo injerencia alguna el Ministerio Publico, por lo que malamente se puede acusar a algún fiscal de incidir en ello. Más aún, cualquiera que escuche el registro de audio de la audiencia podrá notar que el Juez Salles incluso reprochó el excesivo celo investigativo del Ministerio Público.

 

  • En relación a ⁠las acciones de resguardo de correos ejercidas por esta defensa a las que se alude en la nota, éstas no tenían relación -como se sugiere- con aquellos de la jueza Laura Asseff, sino que con los de los abogados y abogada de la defensa. Como es de conocimiento público, pese a la derrota del Ministerio Publico y querellantes particulares, a la fecha existían en distintas sedes otras causas respecto del Sr. Motta, por lo que de haberse accedido a esta información, sujeta a secreto profesional, se hubiera accedido a las estrategias y material de la defensa de nuestro representado. Es incorrecto afirmar que ello respondió a una estrategia para obstaculizar la investigación. Ejercer un derecho ante los Tribunales es propio de un estado de derecho democrático. 

 

  • Finalmente, aunque parezca anecdótico, el café y las “galletitas” a que se alude en el título, fueron un acto de cortesía del tribunal para todos los intervinientes y no solo para la defensa. Se trató de un juicio oral excesivamente extenso – 6 meses aproximadamente- y con largas audiencias por lo que tanto Fiscales, Querellantes  y defensores, accedíamos al referido café dispuesto en el ingreso de la sala de audiencia. 

 

Atentamente, 

Gabriel Zaliasnik

Abogado

 

Publicidad

Tendencias