Señor director:
Si las cosas siguen como hasta ahora, al final de este año, unas 40.000 personas habrán sufrido un Ataque Cerebrovascular (ACV). De ellas, 8.000 habrán fallecido y alrededor del 80% se enfrentará a algún grado de discapacidad (10.000 personas pasarán de ser autónomas a ser dependientes).
Para sobrevivir o quedar sin secuelas luego de un ACV es vital que el paciente sea atendido por equipos profesionales especialmente entrenados, en Unidades de Tratamiento del Ataque Cerebrovascular (UTAC). En este sentido, y atendiendo al aumento de Ataques Cerebrovasculares, estamos convencidos de que se debe revisar la política de camas indiferenciadas favoreciendo la creación de UTAC.
La trombólisis y la trombectomía son terapias que salvan vidas y disminuyen secuelas cuando se realizan durante las primeras horas. Sin embargo su disponibilidad actual es limitada -tan solo un 8% accede a trombólisis y un 1,3% a trombectomía mecánica-, lo que genera inequidad a nivel territorial a lo largo del país.
El ACV es una patología tiempo dependiente, por eso llamamos a la población a consultar inmediatamente ante síntomas de sospecha de un ACV e informarse de la disponibilidad de tratamiento de los establecimientos de salud de su región.
Aprovechemos este Mes del ACV para tomar consciencia y actuar.
Rodrigo Guerrero
presidente del Mes del ACV de Sonepsyn y neurólogo
Víctor Hugo Navia
presidente de Aceve y neurólogo