Señor director:
La reciente muerte de Antonio Skármeta, ícono de la literatura y promotor incansable de la democratización cultural con su programa El Show de los Libros, nos recuerda lo que hemos perdido en los últimos años en el ecosistema cultural. Figuras como Patricio Bañados (El Mirador) y Augusto Góngora (Hora 25) también nos dejaron, y ellos lograron lo que pocos: hacer de la cultura un bien accesible, uniendo a las masas frente a la televisión para disfrutar de programas de alto rating dedicados al arte.
Hoy, casi no existen espacios televisivos de esa naturaleza y cada vez encontramos menos oportunidades para el arte, iniciativas como Amamos las Calles de Global Vía Pública, intervención artística que durante todo el mes de octubre llenará los espacios públicos con las obras de cuatro artistas emergentes, son una esperanza para quienes nos dedicamos al arte. Este tipo de propuestas ofrecen experiencias significativas a quienes transitan por la ciudad y no solo sacan el arte de las galerías y museos, sino que lo presentan en el escenario más grande: la calle.
El arte en espacios públicos, como las iniciativas Amamos las Calles, Hecho en Casa Fest o el Museo al Aire Libre de San Miguel, permite una conexión emocional más directa. No necesitamos un contexto previo ni ser eruditos; simplemente nos invita a sentir, observar y disfrutar. Durante la pandemia, el arte fue una vía de sanación, y hoy seguimos necesitando ese contacto afectivo con lo creativo.
Es vital que el arte sea tomado en serio, no solo como un valor estético, sino como un medio para desarrollar la creatividad, herramienta clave para la resolución de problemas en el día a día y un puente directo con la innovación.
El llamado es a fomentar la creatividad desde las escuelas y abrir los espacios necesarios para que la cultura prolifere y sea un tema de política pública. Abramos las calles al arte, a la gente. Estamos al debe en esta materia, y como dijo Skármeta: “Creo en la imaginación. Creo en la alianza de los artistas con la gente. Creo en la fusión entre la gran cultura y la calle”.
Cristina Castellón,
artista de Amamos las Calles