Señor Director:
La Asociación de Funcionarias y Funcionarios de la Defensoría de la Niñez se encuentra en paralización desde hace 16 días, una movilización que cuenta con la participación de más del 70 % de las y los funcionarios de la institución, así como de todas sus sedes regionales a nivel nacional.
Nuestra principal demanda es defender la autonomía institucional, definida en la ley N.º 21.067, que establece a la Defensoría de la Niñez como una corporación autónoma de derecho público. Esto significa que, para cumplir su misión de proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes sin interferencias indebidas, la institución no puede depender de los gobiernos de turno ni quedar supeditada a intereses personales.
Sin embargo, las recientes decisiones del actual Defensor de la Niñez, Anuar Quesille Vera, han puesto en riesgo dicha autonomía. Por ejemplo, en el nuevo organigrama impuesto por la actual administración, las directoras de las distintas unidades de la institución, elegidas por Alta Dirección Pública, pasaron a depender de la jefatura de gabinete, Grace Schmidt Monje, en lugar de estar bajo el mandato directo del Defensor. El cargo de jefatura de gabinete, además de ser un puesto de confianza, no exige competencias técnicas en derechos humanos de la niñez y adolescencia, no está establecido por ley y, por lo tanto, es un cambio que significa supeditar cargos de carácter técnico a un cargo de gestión política.
Llama la atención a las trabajadoras y trabajadores de la Asociación, pese a las movilizaciones en curso, que Schmidt Monje haya participado esta semana en medios de comunicación para opinar sobre la política de seguridad del gobierno, mientras las y los trabajadores permanecemos en paro. Esto pese a la petición de la Asociación de que el gabinete circunscriba su participación en medios de comunicación a temas de representación institucional y no a análisis personales que podrían afectar la autonomía de la Defensoría de la Niñez.
Como institución de derechos humanos, la Defensoría de la Niñez debe regirse por los Principios de París, que son el estándar internacional que garantiza la independencia de las entidades de derechos humanos en el mundo. Nuestro rol como trabajadoras y trabajadores es velar por el cumplimiento de estos principios y proteger la institución de cualquier interferencia política o interés particular que comprometa su mandato de promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que viven en Chile.
Gabriel Marín Figueroa
Viviana Torres Torres
Directiva Asociación Nacional de Funcionarios y Funcionarias de la Defensoría de la Niñez (ASFUNDDN)