Señor director:
Cuando se elige una profesión hay varios factores que están en juego, siendo las habilidades y competencias personales las que ayudarán en esta decisión, en este contexto elegí ser profesora, no por no tener otra opción, sino más bien, por tener la convicción que por medio de la educación se podrían generar cambios sociales, sintiéndome afortunada de trabajar en lo que amaba.
Tener la idea de que mis estudiantes disfruten de las clases, que se interesen por aprender y capacitarme constantemente para ellos, fue mi motor, mejorar mis prácticas pedagógicas, siempre estar innovando, generar reflexión dentro del aula, desarrollar el pensamiento crítico fue mi guía, entendiendo que la educación actual requiere actualización y metodologías diversas para poder generar aprendizajes significativos.
Para esos niños y niñas que pasan horas tras un celular, ignorados, dejados en soledad, maltratados, he pasado horas de planificación, dejando de lado a mis propios hijos, mi familia, muchas veces sin días libres…
Por esos mismos niños/as, hoy no me puedo levantar, hoy decido no vivir más faltas de respeto, hoy decido replantear mi vocación y mi vida laboral, ya no quiero ser superhéroes y no quiero rescatar a nadie.
Que mal tratados y agobiados estamos los docentes, somos blancos de estudiantes, apoderados, jefaturas y el sistema en general…
¿De qué sirve la vocación, quién nos salva a nosotros?
Karina Pavez
Docente en retiro