Señor Director:
Me asombra que el profesor Patricio Saavedra en su carta no haga ninguna reflexión sobre el propósito de Becas Chile y como el retorno al país sirve a ese propósito. ¿Es el propósito sólo multiplicar doctores que vivan en Chile? ¿O el propósito es multiplicar doctores formados en programas de alta calidad para beneficiar a Chile, para que Chile impulse su desarrollo y eleve su producción de conocimiento? ¿Se ha evaluado el programa Becas Chile a la luz de este objetivo central?
Es importante señalar que los Becarios Chile organizados nunca han publicado un comunicado diciendo que “no quieren retornar al país”, decir eso es tergiversar la información. Como da cuenta ANID los becarios han retornado en gran proporción y han cumplido sus contratos. Lo que hoy día ciertamente se discute, es cómo medir y optimizar la retribución, cómo hacer un mejor aprovechamiento del capital avanzado existente en el extranjero.
Pienso que es importante atender el problema de retribución de becas Chile, abogando a un reglamento que permita maximizar la cosecha de la inversión en ese programa desde una pluralidad de formas, ¡y no desde un sólo formato rígido! En otras palabras, no debemos perder nuestro norte, nuestro propósito fundamental de “beneficiar a Chile”. ¿Vamos a ignorar los múltiples beneficios que los Becarios Chile aportan al país?
La mayoría de los becarios que conozco anhelan regresar para enseñar, investigar en universidades chilenas, o desarrollar proyectos personales. Sin embargo, también hay investigadores de excelencia que requieren condiciones especiales para avanzar en sus trabajos, las cuales no existen en Chile. A estos investigadores debemos apoyarlos, no limitarlos, pues son embajadores de las ciencias y humanidades chilenas, y actúan como puentes que atraen financiamientos y tecnologías para Chile, fortalecen redes para conectarnos con el mundo, y obtienen premios, generando beneficios tangibles e intangibles para Chile en el ámbito académico y en la industria. Como señaló el premio Nobel de economía (2001) al Diario Financiero, ¡Es esencial que estemos conectados y aprendiendo del mundo! Debemos cuidar nuestro talento global.
Atentamente,
Maria Berta Lopez Ríos
Filósofa