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En defensa del programa de acompañamiento de identidad de género

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Por: José Zamorano


Señor director: 

La reciente restricción al Programa de Acompañamiento de Identidad de Género (PAIG), enmarcado dentro de la partida “Chile Crece Contigo”, nos obliga a reflexionar sobre las prioridades en materia de salud pública y derechos humanos. 

Este programa ha sido un pilar fundamental para garantizar el bienestar psicosocial de niños, niñas y adolescentes que requieren un entorno de apoyo integral, y su debilitamiento representa un retroceso preocupante.  

El PAIG se ha destacado por ofrecer orientación profesional multidisciplinaria, combinando asesoramiento psicológico y biopsicosocial para jóvenes y sus familias. Sus acciones, que incluyen evaluaciones psicosociales, acompañamiento en entornos escolares y visitas domiciliarias, tienen como objetivo central brindar un espacio seguro para el desarrollo de la identidad de género. 

En este sentido, el programa no solo cumple con el artículo 23 de la Ley N°21.120, que garantiza el derecho al desarrollo pleno y respetuoso de la identidad de género, sino que también constituye una herramienta clave para construir una sociedad más inclusiva.  

Minimizar las consecuencias de la falta de acompañamiento psicosocial para adolescentes trans y de género no conforme es ignorar las barreras y desafíos que enfrentan estas comunidades. La ausencia de apoyo puede generar impactos irreparables en el curso de vida de estos jóvenes, quienes ya lidian con altos niveles de discriminación, exclusión y vulnerabilidad.  

La evidencia científica es clara: el acompañamiento inclusivo y respetuoso hacia personas trans y de género no conforme reduce significativamente los riesgos de daño psicológico y exclusión social. Por ello, resulta imperativo que las autoridades no solo mantengan, sino que fortalezcan el PAIG como parte de un enfoque de salud pública que promueva la equidad y los derechos humanos.  

Como Sociedad Chilena de Medicina Familiar, reafirmamos nuestro compromiso con el bienestar integral de las personas y hacemos un llamado urgente a proteger este programa. Las políticas públicas deben reflejar respeto, inclusión y cuidado hacia todas las diversidades presentes en nuestra sociedad. Retroceder en esta materia sería renunciar a los principios de equidad y justicia que deben guiar cualquier sistema de salud comprometido con el bienestar de su población.

José Zamorano,

vicepresidente de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar (Sochimef)

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