Señor Director:
La propuesta de los diputados oficialistas Camila Musante, Luis Cuello, Andrés Giordano y Juan Santana, que busca adelantar los horarios de cierre de centros comerciales, viola el derecho constitucional de “ejercer libremente cualquier actividad económica, salvo que contravenga la moral, el orden público o la seguridad nacional”. Estas medidas socialistas, disfrazadas de preocupación por el bienestar de los trabajadores, son en realidad un atentado contra la libertad individual y la economía de mercado, pilares esenciales para el crecimiento y desarrollo sostenido.
Los empresarios deben tener la autonomía para organizar sus actividades y establecer turnos laborales según las necesidades de sus negocios, sin la intervención arbitraria del Estado. El argumento de “proteger la salud y la conciliación familiar” no justifica imponer restricciones generalizadas. Si el objetivo es mejorar las condiciones laborales, se pueden ajustar los turnos sin necesidad de adelantar los horarios de cierre.
Quienes defienden una sociedad libre deben rechazar firmemente las iniciativas opresivas y abogar por la libertad de empresa y la economía de mercado. Como señaló el economista Ludwig von Mises: “Algunos creen que el mundo funcionaría bien si la ‘gente buena’ estuviera a cargo de él. No se dan cuenta de que, por definición, la gente buena no quiere controlar la vida de los demás”.
Chile debe retomar los principios que alguna vez la hicieron próspera, basados en la libertad y el emprendimiento, y no en las imposiciones arbitrarias de quienes se atribuyen el derecho de dictar cómo debemos vivir.
Víctor I. Espinosa
Académico Faro UDD