Señor director:
Más de 170 países se reunieron hace solo unos días en Asia para impulsar un acuerdo vinculante sobre la contaminación por plásticos. El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a seguir buscando un tratado que aborde el ciclo completo de los plásticos, incluyendo los de un solo uso, la gestión de residuos y medidas para promover materiales alternativos.
Los avances alcanzados por distintos países hasta ahora son disímiles, al igual que las medidas orientadas a reducir los millones de toneladas de plásticos estimadas cada año en el mundo. De ahí que los esfuerzos públicos y privados orientados a reforzar el recambio del plástico por otros materiales alternativos no contaminantes, como sustratos compostables y biodegradables, cobren relevancia y urgencia.
En Chile, la industria gastronómica y los proveedores de envases han dado pasos significativos para reconvertir sus envases a materiales con menor impacto ambiental, priorizando el papel, cartón o polipapel, de combinaciones de algas, celulosa, almidón de maíz, papa o caña de azúcar. Detrás del desarrollo de estos envases valorizables hay un gran esfuerzo en innovación y desarrollo de soluciones sostenibles que promueven la economía circular, y que dan respuesta a la creciente demanda por productos más sostenibles.
Lamentablemente, la última etapa de la Ley de Plásticos de Un Solo Uso establece disposiciones en el sentido opuesto, ya que no solo prohíbe la entrega de plástico al interior de locales de comida, sino que tal prohibición se extiende a cualquier material de un solo uso, impidiendo el uso de productos en base a papel, cartón o cartulina, aun cuando estos sean reciclables, biodegradables y/o compostables.
Si tales materiales valorizables estarán prohibidos, ¿cómo puede esta industria seguir desarrollándose, innovando y respondiendo al llamado internacional de promover materiales alternativos? Una pregunta sin respuesta.
María Ignacia Rodríguez
Secretaria General
Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile