Señor Director:
En Santiago, la red de ciclovías alcanzó los 525 kilómetros en 2024, lo que representa un aumento
de sólo 50 km en los últimos dos años. Este crecimiento, aunque positivo, es insuficiente frente a los
desafíos de movilidad que enfrentamos como ciudad.
El panorama es desigual. Comunas como Las Condes, que sumó 14 km nuevos gracias a una
gestión municipal eficiente, y Huechuraba y Renca, que duplicaron su infraestructura, muestran
avances notables. Sin embargo, otras comunas, como Santiago, con un plan de movilidad activa en
curso, no han ejecutado ninguna ciclovía en los últimos cuatro años. Peor aún, Lo Barnechea sigue
siendo la única comuna de Santiago sin ciclovías, dejando en evidencia la falta de visión integral.
Este rezago se agrava por la lentitud administrativa en la ejecución de proyectos como los 800 km
propuestos por el gobierno regional. Además, la falta de conectores que permitan una red integrada
limita el impacto de esta infraestructura para los usuarios cotidianos de la bicicleta.
Desde Pedaleable, hemos visto cómo la participación de la comunidad ciclista ha sido clave para
monitorear, visibilizar y promover la construcción de nuevas ciclovías. Sin embargo, no basta con la
acción ciudadana: es hora de que las autoridades asuman un compromiso más decidido para
construir una ciudad realmente sostenible.
Santiago necesita menos burocracia, más inversión y una planificación que priorice la equidad
territorial. Las ciclovías no solo son una infraestructura, son un paso hacia un futuro más inclusivo y
saludable.
Atentamente,
Diego García Guerra
Coordinador general Pedaleable.org
Académico arquitectura UDP