Cuando la excepcionalidad refleja la crisis política

El Presidente Boric ha decidido utilizar la atribución que le confiere la Constitución para que la Cámara tramite el acuerdo de pensiones durante la semana distrital. Este mecanismo ha sido poco empleado desde su existencia, por lo que su aplicación amerita ser analizada.

Esta facultad constituye un resabio de las legislaturas ordinarias y extraordinarias que funcionaron previo al 2005 y que, en teoría, le permitían un mayor control al Presidente de la agenda legislativa. Empero, tras reformarse por este instrumento, ha sido muy poco utilizado, pues la relación entre ambos poderes se caracterizó por la cooperación.

El poder descriptivo del Presidente ha cambiado durante los últimos años y con ello las formas en que el Ejecutivo se relaciona con el Legislativo. Ejemplo de aquello ha sido el incremento sostenido de las urgencias legislativas posterior al 2019. Para este caso particular, el uso de esta facultad obedecería a dificultades específicas: un veto de minoría y la fragilidad del acuerdo. Mas no a la necesidad de presionar al Congreso. El veto se debe a la negativa del PR de otorgar unanimidad para discutirlo en la semana distrital y la fragilidad, al riesgo de que, aplazándolo hasta marzo, las divisiones internas de la derecha pudieran generar cambios en los votos parlamentarios.

En definitiva, el uso de esta facultad refleja la adaptación del Ejecutivo ante un escenario de mayor debilidad en el sistema político y a la fragilidad de los acuerdos, lo que propicia cambios en el poder presidencial.