Educación inicial de calidad
Señor director:
Valoramos que el Senado haya aprobado el proyecto que moderniza la oferta en la Educación Parvularia e incentiva a que los jardines infantiles obtengan su reconocimiento oficial (RO), un indicio de que los derechos de los niños y niñas están en la mirada de quienes toman decisiones.
Para que este interés y la nueva legislación no se transformen en letra muerta, es clave resolver aspectos críticos en el nivel.
Por ejemplo, para poder obtener el RO se debe resolver el complejo y engorroso desafío de las mejoras en infraestructura, asegurando el presupuesto y agilizando los procesos burocráticos para este objetivo. De no ser así, aunque se haya extendido el plazo para obtenerlo, es poco probable que aumente el porcentaje de salas cunas y jardines infantiles que cuentan con reconocimiento, y que hoy es inferior al 40% en las instituciones públicas.
Establecer un registro de educación parvularia para identificar a los establecimientos, sus sostenedores y sus particularidades, es un gran paso para tener claridad sobre matrícula en el nivel, cupos y asistencia. Sin embargo, es trascendental persistir en el desafío de la cobertura y, sobre todo, clarificar y regular el espacio de las modalidades alternativas y/o no formales.
Para verdaderamente modernizar la educación inicial debemos transformar el financiamiento de los jardines infantiles y las salas cunas. Se debe terminar con la inequidad de recursos destinados a cada niña y niño en función del tipo de sostenedor del jardín al que asisten. Y es imperativo considerar otras variables, además de la asistencia, para la entrega de los recursos. Si no abordamos estos temas no podremos seguir impartiendo programas con la calidad que pretende asegurar este proyecto de ley.
Claudia Fasani
Directora Educación Inicial, Hogar de Cristo