Bibliotecas públicas: espacios de diversidad, no de censura
Señor director:
Con fecha 5 de abril del presente año, fue publicada la columna «Censuras y exclusiones en las bibliotecas públicas» de Silvia Aguilera y Paulo Slachevsky en El Mostrador. Al respecto, estimamos necesario expresar lo siguiente:
El título de dicha publicación no se condice con el contenido del texto, el cual expone según los autores una situación que ocurriría en bibliotecas escolares. Lamentablemente, se ilustra el artículo con una imagen de la fachada de la Biblioteca de Santiago, generando confusión en la ciudadanía al vincular erróneamente lo expuesto con el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas.
Queremos ser categóricos: en las bibliotecas públicas que forman parte de la red del sistema nacional no se promueve la aplicación de ningún tipo de censura. Por el contrario, desde esta Subdirección se ha fortalecido un desarrollo de colecciones desde la bibliodiversidad, el pluralismo y el acceso amplio a la información y al conocimiento. Los procesos de adquisición y selección de títulos establecen mecanismos profesionales, participativos y orientados a asegurar la diversidad de autorías, editoriales y temáticas, como se pone de manifiesto en el estudio de caracterización del sector editorial chileno 2019-2024, el que establece que somos el organismo público que conforma sus colecciones con mayor diversidad identificando un 76,6 % de ISBN únicos.
Las bibliotecas públicas están al servicio de toda la comunidad, son espacios abiertos e inclusivos, donde trabajamos para que cada una de las personas que habitan el país se sienta convocada a formar parte de la red. Su rol es asegurar el acceso a la lectura, la información y el conocimiento a todos los sectores de la sociedad, con criterios de inclusión y respeto por la diversidad.
Atentamente,
Paula Larrain L.
Subdirectora Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas