La respuesta al SIDA solo se puede lograr con un esfuerzo conjunto entre el Estado (con una mirada intersectorial) y la sociedad, incluyendo al sector privado, entendiendo que la infección traspasa los límites educacionales, socioeconómicos y etarios. Sin embargo, frente a este abrumador desafío, debemos poner un especial énfasis en la población de jóvenes y adolescentes, ya que sin abordar su realidad y necesidades no podremos contar con una generación libre de VIH/SIDA.
Durante el año 2017 fuimos testigos de cómo la sociedad chilena volvió a poner en pauta la problemática social y sanitaria que es la epidemia del VIH/SIDA. El impacto generado por los 4.927 nuevos diagnósticos el año 2016 movilizó a una sociedad a abordar el tema una vez más, como una realidad patente y cercana, principalmente en los jóvenes y en las poblaciones más vulnerables. Actualmente en nuestro país se estima que existen 65.000 personas viviendo con VIH, de las cuales se han diagnosticado 41.681 y vinculado a servicios de salud 34.690.
La respuesta que estamos buscando al VIH/SIDA ha experimentado un progreso notable los últimos años a nivel global. Hasta hace poco, el final de la epidemia parecía una realidad lejana, pero la ciencia, la continua investigación, lideradas por equipos multinacionales y el liderazgo de las comunidades más afectadas, han ayudado a conseguir una respuesta. No podemos pensar en eliminar el SIDA como un problema de salud sin un conjunto de políticas públicas que aborden integralmente la epidemia.
Esto implica necesariamente ampliar aún más las pruebas de testeo a la población (el año 2017 se realizaron 1.184.194 exámenes a nivel nacional), con un especial foco en los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y otras poblaciones clave, innovando en las técnicas rápidas que disminuyan significativamente los tiempos de espera y seas más amigables con los usuarios. El pilotear esta técnica en atención primaria y a nivel comunitario en Arica y parte de la Región Metropolitana nos está dando luces sobre cómo hacer más efectiva esta herramienta y que tenga un mayor impacto en la población.
[cita tipo=»destaque»]Junto con ello, el vincular a las personas diagnosticadas e iniciar terapias altamente efectivas, no solo logra disminuir su morbimortalidad, sino también su carga viral, evitando la transmisión a otras personas, generando un beneficio a nivel poblacional. Sin embargo, la inversión en tratamientos antirretrovirales cada año es mayor, lo que nos hace plantearnos que para una respuesta sostenible frente a la epidemia debemos necesariamente incluir mecanismos de compra eficientes. El fondo estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) es una de las respuestas a este punto, generando acceso a tratamientos precalificados por la OMS a 5,25 USD/mes. Esto nos permite no solo reducir los costos en determinados tratamientos, sino también reinvertirlos en nuevas moléculas a quienes lo requieran.[/cita]
Junto con ello, el vincular a las personas diagnosticadas e iniciar terapias altamente efectivas, no solo logra disminuir su morbimortalidad, sino también su carga viral, evitando la transmisión a otras personas, generando un beneficio a nivel poblacional. Sin embargo, la inversión en tratamientos antirretrovirales cada año es mayor, lo que nos hace plantearnos que para una respuesta sostenible frente a la epidemia debemos necesariamente incluir mecanismos de compra eficientes. El fondo estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) es una de las respuestas a este punto, generando acceso a tratamientos precalificados por la OMS a 5,25 USD/mes. Esto nos permite no solo reducir los costos en determinados tratamientos, sino también reinvertirlos en nuevas moléculas a quienes lo requieran.
Sin embargo, no debemos olvidar que se requiere un especial esfuerzo en la prevención primaria, que implica educación en afectividad y sexualidad, un acceso con menores barreras a preservativos y lubricantes y considerar nuevas formas de prevención costo-efectivas, como la profilaxis preexposición (PreP) que ha permitido en algunos países dar un giro en el combate contra el VIH/SIDA.
La respuesta al SIDA solo se puede lograr con un esfuerzo conjunto entre el Estado (con una mirada intersectorial) y la sociedad, incluyendo al sector privado, entendiendo que la infección traspasa los límites educacionales, socioeconómicos y etarios. Sin embargo, frente a este abrumador desafío debemos poner un especial énfasis en la población de jóvenes y adolescentes , ya que sin abordar su realidad y necesidades no podremos contar con una generación libre de VIH/SIDA.