Algunos países sudamericanos han actuado de una forma diferente a como se ha actuado en el orden mundial, un ejemplo de ello es que, mientras el mundo promovía el libre mercado después de la Segunda Guerra Mundial, dichos países estaban en pleno auge de la implementación del modelo de sustitución de importaciones (ISI) que fracasó.
Sudamérica ha sido un territorio influenciado por muchas filosofías e ideas, que han generado una serie de corrientes económicas no tradicionales.
Algunos países sudamericanos han actuado de una forma diferente a como se ha actuado en el orden mundial, un ejemplo de ello es que, mientras el mundo promovía el libre mercado después de la Segunda Guerra Mundial, dichos países estaban en pleno auge de la implementación del modelo de sustitución de importaciones (ISI) que fracasó.
Posteriormente algunos países implementaron las políticas económicas propuestas en el Consenso de Washington, que principalmente sugiere responsabilidad fiscal.
Existe una estrecha correlación entre el desarrollo socioeconómico y la corriente ganadora o impuesta en el poder, pudiendo ser esta última una ideología con doctrinas económicas ortodoxas o heterodoxas que implementan un conjunto de medidas económicas, dando punto de partida al modelo económico que se utilizará durante su periodo de Gobierno y que impactará directamente al desarrollo de su población.
En el capitalismo actual los países emergentes pueden beneficiarse enormemente de la apertura financiera y comercial solo a condición de ser competitivos y atractivos para los grandes flujos de capitales transnacionales.
De esa manera, todos los gobiernos nacionales se encuentran afectados por una inicial «Restricción Externa».
Los modelos heterodoxos contribuyen a la disminución de la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, y a las condiciones sociales, medidas bajo el Índice de Desarrollo Humano, pero en el corto plazo.
La estrategia de desarrollo trazada por el Consenso de Washington les fue útil a los países para adoptar una mayor disciplina macroeconómica, aumento de exportaciones y reducción de altas tasas de inflación.
Los países sudamericanos que están mayormente clasificados como ortodoxos son Colombia, Chile y Perú, y los que están clasificados como heterodoxos son Venezuela, Brasil y Argentina.
Los problemas sociales que hay en Chile se financiarán mayormente con deuda pública y la convergencia de esta a un valor finito dependerá del crecimiento de largo plazo de la economía y las tasas de interés (que están bajas).
Sera responsabilidad de este Gobierno hacer que las futuras generaciones no tengan el problema de sostenibilidad de la deuda ni traspasarle el problema a su propia coalición o a la contraria.