La semana pasada se realizaron en la UC las IX Jornadas Interamericanas de Dirección y Liderazgo Escolar con el objetivo de compartir experiencias y reflexionar sobre este tema que resulta gravitante en la gestión educacional. El objetivo es contribuir sistemáticamente al desarrollo del liderazgo escolar, como una oportunidad de mejora en el campo de la formación de profesores. Los líderes escolares, ya sean directivos o docentes, suelen ser principalmente profesores. De las más de doscientas mil personas que se desempeñan en el sistema escolar, once mil ejercen formalmente el cargo de director o directora, los que en su gran mayoría tienen un título profesional de profesor, y más del 50% son mujeres. Son miles los directores que a diario se comprometen e impulsan iniciativas pedagógicas y que se involucran activamente en proyectos de mejora escolar, buscando alcanzar mejores logros educativos, asumiendo desde su rol directivo responsabilidades educativas específicas, tales como iniciativas de fomento lector, organización de academias de ciencias, proyectos en deportes, iniciativas medio ambientales, proyectos de acción social, orquestas infantiles y juveniles, por dar algunos ejemplos.
Esta función directiva es apoyada, en nuestro sistema escolar, desde distintos organismos públicos y privados, como el Ministerio de Educación, los municipios, las redes corporativas de educación y desde proyectos particulares de gestión educativa. En relación con los proyectos y propuestas escolares de educación católica, hay grandes ejemplos de liderazgo educativo e impacto social, beneficiando por generaciones y diariamente, a comunidades cuyas oportunidades educativas han sido escasas en el pasado y complejas en la actualidad. Es importante destacar que el docente en el desarrollo de su función directiva y de gestión, está constantemente generando las condiciones para que se produzca lo más importante del proceso educativo, es decir la enseñanza y el aprendizaje en un contexto seguro, optimista y con generación de confianzas, con la promoción de oportunidades equitativamente distribuidas y con experiencias variadas orientadas a un aprendizaje en profundidad.
A través de estas Jornadas, hemos querido compartir y relevar la visión del rol del liderazgo escolar con quienes más influyen cotidianamente en los establecimientos y en el sistema escolar. El liderazgo escolar efectivo es el resultado del trabajo que a diario realizan los educadores, y por medio del cual impactan pedagógicamente a sus estudiantes, a los profesores y al entorno en el que se desenvuelven. Su principal influencia consiste en poner el foco principal en el valor de enseñar y aprender. A pesar de las múltiples demandas y expectativas a las que se ven expuestos, aquellos docentes que logran mantener el centro de la vida escolar en el aprendizaje siembran oportunidades que benefician a sus estudiantes, a sus familias y a otros profesores.
Junto al desarrollo de estas Jornadas de Liderazgo Escolar, la semana prosiguió con las XVI Jornadas de Gestión de Educación Superior, atrayendo a cientos de representantes de universidades chilenas y de la región de Latinoamérica, junto a representantes de la educación técnico profesional del país. Participaron conferencistas extranjeros y nacionales, se realizaron paneles de discusión de primer nivel, con el objetivo de contribuir al diálogo y al conocimiento en torno a las oportunidades y desafíos que nos presentan temáticas como la transformación digital, la internacionalización, la formación continua para toda la vida, y las nuevas formas y metodologías de enseñar y aprender, entre otras.
Al igual que en versiones anteriores, uno de los temas más importantes fue el desarrollo estudiantil, lo que es de gran relevancia por ser un objetivo crucial dentro de nuestra labor educativa. Hoy, se espera que las instituciones no sólo provean a sus estudiantes con una educación de calidad, sino que atiendan a su formación integral, asegurando espacios seguros y desafiantes de su desarrollo personal. En este sentido la convivencia universitaria, el autocuidado, la salud mental, la educación y prevención de abusos, el cuidado y respeto en el trato personal dentro de sus cursos y facultades fueron temáticas relevantes. La gestión de una convivencia sana y respetuosa entre todos los miembros de una comunidad universitaria, así como el fomento de una cultura de diálogo que permita darle consistencia y vida a una comunidad, -junto con abordar las diferencias que en su interior se manifiestan-, son desafíos cada vez más exigentes en tiempos en que estas temáticas reclaman hoy reconocimiento y atención.
En suma, el liderazgo escolar y las principales temáticas de la educación superior fueron los puntos centrales de una semana de arduo trabajo centrada en la educación, con intercambio de experiencias y un diálogo fluido. Estos espacios académicos promueven el intercambio de ideas y generan redes nacionales e internacionales que son un gran aporte al país. Reiteramos el compromiso desde las universidades en seguir trabajando con responsabilidad y sentido innovador en el desarrollo de la educación en todos sus niveles.