Son muchas las reflexiones que se pueden obtener si analizamos la evolución del ecosistema en una época pre y pospandemia. Pasamos de una realidad y rutina conocida a una totalmente nueva, con variables y alcances diferentes. Las startups generalmente crean respuestas rápidas a problemas concretos, teniendo alta capacidad de análisis frente a situaciones complejas. La actual crisis sanitaria trae consigo no solo problemas inmediatos, también nuevos desafíos en donde la sinergia entre los actores del ecosistema será de vital importancia. La asociatividad, el trabajo colaborativo y las alianzas estratégicas tomarán más fuerza que nunca.
Si revisamos el impacto que ha tenido la crisis en el mercado –solamente para fines del mes de abril– más de 4.700 empresas ya se habían acogido a la Ley de Protección al Empleo y el Presidente en ese mismo periodo auguraba un 10% de cesantía en los próximos meses. El Imacec arrojó una baja de 15% y ya se proyecta que bordee el 20% en mayo. Es en este complejo escenario, que podría ser interesante concluir que si se une la fuerza y estructura de una gran empresa, con la rapidez y capacidad de reacción de una startup, los resultados podrían ser evidentemente mucho más auspiciosos en la busca de una rápida recuperación.
Dado el contexto actual las empresas, ya sean pymes, startups tecnológicas o emprendimientos, se tendrán que asociar de una manera mucho más estrecha y amigable de la habitual para poder hacer frente al contexto y retomar la senda del crecimiento una vez la pandemia se haya controlado. La asociatividad entre pymes, startups y corporaciones ayudará a cubrir los espacios que puedan quedar abiertos por falta de recursos. Las alianzas estratégicas se volverán mucho más numerosas entre organizaciones que puedan colaborar entregando servicios necesarios para la sobrevivencia de otras y viceversa.
En este escenario, los puntos críticos en los cuales se debe poner especial atención son transformación digital de las empresas, generar estructuras comerciales dinámicas, creación de alianzas estratégicas, foco en la omnicanalidad (e-commerce), y comenzar a entender la innovación abierta como una nueva fuente de ingresos, talento y medio de diferenciación en el mercado. La colaboración entre empresas puede ser una oportunidad enorme en periodos de crisis. Apostar por la colaboración cruzada es una gran opción que beneficiará mucho a las startups y pymes, pudiendo obtener una rentabilidad positiva, disminuyendo riesgos asociados.
Una manera de avanzar en el camino de la reconstrucción es proteger a las nuevas startups con potencial de crecimiento y expansión, velando por sus talentos y capacidad innovadora.
Cuidar estas estructuras puede ayudar en la reorganización económica y social idónea para comenzar a salir de la crisis. En definitiva, las pymes, emprendimientos y grandes empresas tendrán que robustecer sus relaciones con el ecosistema para, de esta manera, poder tomar las medidas necesarias para enfrentar de mejor forma futuras crisis de este tipo.