Opinión
En Chile venimos sufriendo desde hace más de una década una fuerte sequía, debido a la disminución de las lluvias. Cada vez más, los expertos repiten que el problema es estructural y que se asocia al cambio climático.
No obstante, llama la atención que la autoridad no tome en cuenta todas las posibles soluciones para este problema. Hasta ahora, se ha abordado el mismo pensando solo en el corto plazo, intentando mejorar la gestión del agua. Sin embargo, este recurso es el principal nutriente de los vegetales que consumimos y, por otra parte, muchos de estos simplemente no germinarán bajo las altas temperaturas y escasez hídrica que se proyectan para los siguientes años.
Frente a ello, científicos chilenos de gran capacidad han avanzado en soluciones pensando en el mediano y largo plazo. Por ejemplo, un equipo de la Universidad de Talca desarrolló una variedad de maíz tolerante a la sequía mediante técnicas biotecnológicas, y un equipo de la Universidad de Chile trabaja en desarrollar variedades de plantas de tomate y kiwi editadas genéticamente para tolerar condiciones de sequía y salinidad. Otro equipo, de la P. Universidad Católica de Chile, ha desarrollado cítricos capaces de crecer en terrenos salinos del desierto de Atacama, y el INIA, mediante técnicas biotecnológicas, trabaja en distintos cultivos y frutales de interés nacional para obtener variedades resistentes a plagas y enfermedades que aumentan bajo las condiciones que nos imponen los nuevos desafíos climáticos que enfrentamos.
No obstante, muchas de estas soluciones quedarán solo en la academia y no terminarán por utilizarse en nuestros campos, debido a vacíos regulatorios y a la falta de voluntad política para impulsar una estrategia nacional de mejoramiento genético vegetal, que acompañe al resto de los planes que hoy se proponen para enfrentar el déficit hídrico y los desafíos del cambio climático.
Dejemos de lado los prejuicios, promovamos la educación junto con la divulgación, y enfrentemos la sequía con todas las herramientas disponibles, pensando en el corto, mediano y largo plazo.
