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Escaños reservados y el fin de la dominación colonial Opinión

Escaños reservados y el fin de la dominación colonial

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Elisa Loncon Antileo
Por : Elisa Loncon Antileo Linguista, Presidenta de la Convención Constitucional
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El cambio de esta historia de violencia contra los pueblos pasa por la participación indígena: Los pueblos deben participar de la definición de la nueva constitución, y con el merecido respeto de sus derechos, ya no es posible que los políticos chilenos continúen la dominación colonial. Si la derecha niega la participación de los pueblos indígenas en la Constituyente a través de los escaños reservados estará dando un portazo a la vía institucional para resolver el problema Estado-Pueblos Indígenas.


Cuando el diálogo intercultural se limita por la suma matemática e intereses dominantes pero minoritarios se pone en riesgo a la mayoría. Hoy, sin la participación indígena en el proceso constituyente, la democracia está en riesgo y, por ende, la futura constitución. El abrumante triunfo del Apruebo en el reciente plebiscito mostró el gran rostro del Chile diverso, de todos los colores, historias y sueños, los que piden cambiar la Constitución porque esta ya no da el ancho para contener la diversidad que representa la sociedad, porque todos necesitamos ejercer nuestros derechos para ser dignamente ciudadanos. Queremos participar de la toma de decisión y de la definición de nuestro futuro, los indígenas, los pobres, las mujeres, los jóvenes y todas las diversidades sin distinción.

Este desafió exige a los políticos competencias interculturales, entre ellos: conocer y respetar los derechos indígenas, porque no es lo mismo “autoidentificación indígena que autodeterminación”. Se deben valorar los aportes de los pueblos porque no se olviden que este país nació y creció en tierras indígenas y hay que ser agradecidos por más vinoso o europeo que sea el apellido. Ello no hubieran existido en este suelo, si no fuera por los pueblos.

Hoy la historia exige la empatía de los gobernantes con los diversos sectores sociales y en este caso con los pueblos originarios. La empatía es una habilidad cognitiva, emocional o afectiva de la persona que le permite ponerse en los zapatos del otro o en su situación emocional; habilidad que no es automática en la persona sino que se cultiva en un proceso de vínculo y conocimiento del otro. Algo más que necesario en los gobernantes.

Los indígenas somos 2.185.792 personas, hombres, mujeres, niñes, rostros, ojos, memorias imborrables que habitan en el territorio y que estamos buscando cambiar la historia del despojo, la discriminación, el racismo y el colonialismo. El Estado, los gobernantes poco han hechos para acabar con el maltrato, la violencia y exclusión en que viven los pueblos.

[cita tipo=»destaque»]Si la derecha niega la participación de los pueblos indígenas en la Constituyente a través de los escaños reservados estará dando un portazo a la vía institucional para resolver el problema Estado-Pueblos Indígenas.[/cita]

No hay que olvidar que fue el Estado de Chile quien no respetó el Tratado de Tapiwe, suscrito con la Nación Mapuche el 1 de enero de 1825. Este en su articulo 18, señala: “Los gobernadores o caciques desde la ratificación de estos tratados no permitirán que ningún chileno exista en los terrenos de su dominio por convenir así al mejor establecimiento de la paz y unión, seguridad general y particular de estos nuevos hermanos.”. El Tratado fue violado por el Estado con la Ocupación de la Araucanía 1881 en adelante.
El Estado de Chile tampoco cumplió con el acuerdo de reconocer a los pueblos indígenas en la Constitución, según el Pacto de Nueva Imperial, firmado al retorno de la democracia con una parte del pueblo mapuche. Ningún gobierno post dictadura priorizó a los pueblos para avanzar en reconocer sus derechos políticos. Hoy la demanda es por derechos colectivos avalados por los pactos internacionales de derechos humanos, Convenio OIT, Declaración de derechos de Pueblos Indígenas y otros.
La crisis de la relación del Estado con el pueblo mapuche en el Wallmapu se ha profundizado por la negación mapuche por parte del Estado de Chile. La represión en la Araucanía es estatal – empresarial, agravada por los impactos del modelo forestal implementados por los grupos económicos. Como lo saben todos los chilenos, el Estado ha sido parte de los montajes contra mapuche, y ello implicó, entre otros la muerte de Camilo Catrillanca el 14 de noviembre, año 2018. También es responsable de otros jóvenes mapuche asesinados como, Alex Lemún, adolescente de 17 años, asesinado de un disparo en la cabeza por carabineros, en una manifestación contra la sobreexplotación y usurpación de las forestales en su comunidad. La violencia y la represión también ha afectado la vida de los pichikeche (niñes), entre ellos a Brandon Hernández Huentecol, quien recibió 180 perdigones, baleado en diciembre del 2016 por agentes represores en una zona de conflicto forestal de las empresas forestal Mininco y Arauco

La defensora de la infancia mapuche, Onécima Linqueo de la Red por la Defensa de la Infancia Mapuche: Infancia Libre y Sin Represión, ha denunciado públicamente que la niñez mapuche esta duramente golpeada por la represión estatal, que los pichikeche han tenido que aprender estrategias para no caer en la represión policial, entre ellos: no correr cuando un helicóptero de Carabineros sobrevuela a baja distancia, porque si corren pueden pensar que están arrancando, que llevan un arma y los pueden atacar; duermen con ropa porque no saben si en la noche vendrá un allanamiento; sus juegos son escapar de la policía, todo ello debido a los abusos represivos de los carabineros

Pese a ello, los pueblos indígenas y mapuche en particular, han construido la historia de resistencia más ética y moral que puede existir en la humanidad, porque han defendido sus vidas, la vida de su cultura y de la madre tierra contra un gigante en su contra, a pesar de toda la exclusión estatal los pueblos mantienen sus sistemas de vidas, la memoria, sus filosofías, lenguas, un modo de ser distinto en pensamiento y práctica a la cultura eurocéntrica.

El cambio de esta historia de violencia contra los pueblos pasa por la participación indígena: Los pueblos deben participar de la definición de la nueva constitución, y con el merecido respeto de sus derechos, ya no es posible que los políticos chilenos continúen la dominación colonial. Si la derecha niega la participación de los pueblos indígenas en la Constituyente a través de los escaños reservados estará dando un portazo a la vía institucional para resolver el problema Estado-Pueblos Indígenas.
Viene el eclipse solar, para los pueblos ello es señal de transformación para la tierra, transformación que puede ser tan mala como lo que anunció el eclipse del año pasado, con la llegada del COVID-19 y la crisis social; o también puede ser que potencie las buenas energías para el Kvme Mogen ‘el buen vivir’ de este pueblo. Esperamos que sea así, para que Chile sea pluricultural e intercultural.
Aprobar los escaños reservados para indígenas es hoy una responsabilidad moral y la derecha chilena no debe impedir la salida política al problema del Estado con los mapuche y pueblo indígenas en general.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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