Desde 2020 la grave pandemia del COVID-19 ha provocado un gran impacto tanto en la salud y la vida de todas las personas como en la situación económica-social a nivel mundial. Se ha cumplido un año desde que el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declarase el COVID-19 como una emergencia de salud pública, y todas las partes siguen clamando la importancia de la unidad en la lucha contra la pandemia.
Taiwán ha sido reconocido por la comunidad internacional como un ejemplo por la gestión de la pandemia, logrando mantener un bajo contagio de COVID-19 sin hacer un confinamiento masivo. Esta pandemia nos ha confirmado una vez más, que el virus no reconoce fronteras y se requiere un esfuerzo conjunto para combatirla, sin embargo, lastimosamente la OMS sigue ignorando la buena voluntad de Taiwán para contribuir con las buenas prácticas en el manejo de salud pública, echando a perder la oportunidad para potenciar el papel de la OMS en el marco de la prevención de la pandemia de COVID-19.
La inclusión de Taiwán en la OMS tiene una triple ventaja, en primer lugar, sin duda alguna es para un buen control de pandemia a nivel mundial, nadie imagina si hay brote de contagio en Taiwán este pudiera afectar y empeorar la contención de la pandemia. Además, a principio de mayo 2020, Taiwán ayudó de forma continua y desinteresada con un espíritu humanitario bajo el eslogan “Taiwán puede ayudar y Taiwán está ayudando”, brindando mucha ayuda a países incluido Chile, quien tuvo déficit de insumos médicos como mascarillas quirúrgicas, y trajes de protección individual (PPEs), motivo por el cual entregó en forma directa estos insumos a hospitales, consultorios, unidades de salud, municipios a lo largo del país, además proporcionó cajas de alimentos a los más necesitados, miles familias chilenas fueron beneficiados por este aporte. Por último, indispensablemente Taiwán tiene un importante rol en la cadena de suministro global, cuando las actividades económicas sufrieron un gran receso por la pandemia, Taiwán mantuvo y continuará usando sus ventajas de innovación en la producción industrial para la demanda comercial, por lo que Taiwán ha sido y será un aliado importante durante y después de la pandemia.
A pesar del éxito logrado en la lucha contra la pandemia COVID-19 y la ayuda que ha brindado Taiwán en el año 2020, la OMS por motivos políticos dejó fuera a Taiwán del sistema de salud mundial, lo que impide una completa cobertura y el aporte a la comunidad internacional.
Se hace un llamado por la inclusión de Taiwán en la OMS y a que “Dejen a Taiwán ayudar”, esto permitirá que Taiwán colabore de manera más eficiente con otros países y que siga haciendo sus aportes activos en materia sanitaria, porque sólo unidos podemos triunfar. La salud es para todos.