Desde el 10 de junio se tramita en el Congreso un proyecto de ley que establece un sistema de subvenciones para la modalidad educativa de reingreso. Esta modalidad fue aprobada por el Consejo Nacional de Educación en febrero de este año y constituye una política fundamental para solucionar el problema de exclusión escolar que afecta a decenas de miles de niñas, niños, y jóvenes (NNJ) en nuestro país. Hasta ahora, las variadas estrategias impulsadas por el Estado no han sido suficientes para abordar el problema en su complejidad y multicausalidad.
Como lo señala el texto legal, existen en nuestro país más de 186.000 NNJ (Mineduc, 2020) que no han completado los niveles obligatorios de la escolaridad y no se encuentran matriculados en ningún establecimiento educacional. De este total, al año 2020, 99.872 NNJ entre 12 y 21 años no se encontraban matriculados en establecimientos educacionales, ni habían egresado de cuarto medio y llevaban dos años o más fuera del sistema escolar. El proyecto de ley se orienta a este segmento de NNJ y establece un sistema de subvenciones para financiar la educación de aquellos que hayan estado al menos dos años fuera de los niveles educativos obligatorios del sistema escolar, la que se entregará a través de la modalidad educativa de reingreso.
En un sistema educativo altamente segregado por las condiciones socioeconómicas familiares como es el chileno, no son pocos quienes pueden ver con sospecha esta modalidad pues persiguiendo un fin justo, aumentaría dicha segregación.
Ante esto es imprescindible sostener algunos puntos.
En cuanto al respeto al derecho a la educación vulnerado de estos NNJ, no hay más tiempo que perder y esta ley sirve ese propósito. La modalidad no consiste en la creación de escuelas de reingreso aisladas, sino de una subvención a programas diversos, que, considerando la edad y años de rezago de los NNJ, busquen el recompromiso con (reinserción a la educación regular), y el reingreso al (aulas o espacios de reencuentro educativo) sistema educativo.
Los establecimientos que en el marco de los 5 años de implementación de la ley (y que bien podría disminuir a 3 años) quieran acoger a estos NNJ en aulas dentro de la escuela, serán acompañados por el ministerio de modo de poder, entre otras cosas, apoyar la integración.
El seguimiento y aprendizaje permanente propuesto en el mismo proyecto de ley, debiera tener una especial atención al elemento de la integración.