El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, IPCC, publicado el 9 de agosto recién pasado, confirmó lo que temíamos: “Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, sino en cientos de miles de años, y algunos de los cambios que ya se están produciendo, como el aumento continuo del nivel del mar, no se podrán revertir hasta dentro de varios siglos o milenios”.
Estas desalentadoras noticias nos llegan además en medio de una crisis mundial por la pandemia provocada por el Covid-19.
Pero toda crisis es una oportunidad y las que vivimos actualmente nos permiten detenernos para reflexionar sobre el aporte que cada una de nuestras disciplinas puede hacer en este escenario y diseñar el mundo que queremos dejar a las nuevas generaciones.
En nuestro caso, estamos convencidos de que los diseñadores tienen mucho que decir en este nuevo ciclo postpandemia. Seremos testigos de cambios relevantes en la forma de interactuar socialmente, de viajar, de construir ciudades, de entretenernos, de estudiar y trabajar. Será necesario tener profesionales preparados para enfrentar esta nueva realidad, que no solo deberán mostrar habilidades creativas, sino también una enorme capacidad de trabajar interdisciplinariamente, innovar y encontrar soluciones a problemas reales presentes en su entorno.
Desde la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo aceptamos el desafío y lo materializamos en dos iniciativas concretas.
Por un lado, junto a la fundación danesa The Index Project, invitamos a estudiantes y egresados latinoamericanos provenientes de diversas disciplinas, a participar de la primera edición del concurso abierto Diseño Responde, con el objetivo de encontrar soluciones a las problemáticas que ha dejado en evidencia la pandemia del Covid-19.
La impresionante convocatoria, con proyectos de casi todos los países de la región, nos confirmó que los jóvenes talentos latinoamericanos están listos para responder al llamado. Pulseras con botón de pánico para las mujeres víctimas de violencia, cápsulas de aislación para hospitales, un bosque memorial que rediseña los cementerios tradicionales, aplicaciones móviles para conocer el estado de salud de seres queridos hospitalizados, y una propuesta de la alimentación del futuro a base de insectos, son sólo algunas de las interesantes y creativas propuestas que recibimos.
En esa línea es que, también junto a The Index Project, estamos impulsando el Programa RedBíos que busca formar, mediante el Diplomado en Diseño e Innovación Sostenible, treinta líderes del Biobío para convertirlos en agentes de cambio que puedan impactar positivamente en su entorno, en áreas como la transferencia tecnológica, la visibilización de las necesidades de las Pymes y la concreción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU, por ejemplo, contribuyendo así también a concretar la Estrategia Regional de Desarrollo 2030.
Creemos que los desafíos regionales y globales deben enfrentarse de manera creativa, fomentando el trabajo conjunto entre profesionales de diversas disciplinas, integrando al Gobierno, la empresa privada, la academia y la sociedad, con el fin de generar un futuro centrado en las personas y en el medioambiente que es nuestro deber reparar.
También sabemos que, desde la academia, nos vemos hoy enfrentados a cambios significativos en la forma en que nuestros estudiantes están aprendiendo, lo que implicará abordar nuevos desafíos, hacernos cargo de temas más complejos e incorporar, definitivamente, nuevas modalidades de enseñanza – aprendizaje, acordes a la nueva realidad, teniendo la responsabilidad de formar profesionales cada vez más conscientes de su entorno y comprometidos con el desarrollo.