El cambio climático global ha ocurrido muy lentamente, durante miles o millones de años. Sin embargo, la investigación muestra que el clima actual está cambiando más rápidamente de lo que se muestra en los registros geológicos.
Nuestro mejor conocimiento del cambio climático a lo largo del tiempo se debe en parte al estudio de la información que se encuentra en rocas y fósiles. Comprender el cambio en el pasado geológico ayuda a ubicar las tendencias climáticas presentes en contexto.
La geología tiene un papel sustancial para aportar soluciones que amparen nuestro futuro, apoyen el crecimiento limpio y desarrollen medidas efectivas frente un clima que cambia velozmente.
Comprender cómo el subsuelo puede apoyar la energía geotérmica, el almacenamiento de energía y la captura de carbono, a los suelos y suministros de agua de los que dependemos para la agricultura, requiere investigación geológica, datos e innovación para la industria e informar la política y la toma de decisiones.
El cambio climático contribuye a cambios ambientales que afectan a nuestras aguas subterráneas, borde costero, mar territorial, suelos y paisajes. También puede resultar en un aumento de riesgos geológicos, como deslizamientos de tierra, hundimientos e inundaciones.
La geociencia tiene un papel fundamental que desempeñar para ayudar a mitigar y adaptarse al cambio climático.
Los nuevos proyectos para generar electricidad baja en carbono a partir de energía eólica o nuclear se basan en el conocimiento de la geología subyacente para garantizar que estas instalaciones vitales funcionen de manera segura y sostenible.
La investigación geológica aumenta nuestra comprensión del cambio ambiental y los riesgos geológicos asociados e informa las medidas de adaptación destinadas a mejorar la resiliencia social.
Los registros geológicos muestran que ha habido una serie de grandes variaciones en el clima de la Tierra. Estos han sido causados por muchos factores naturales, incluidos los cambios en el sol, las emisiones de los volcanes, las variaciones en la órbita de la Tierra y los niveles de dióxido de carbono (CO2).
Hoy es imprescindible recurrir a toda nuestra capacidad científico-técnica para enfrentar con acierto los desafíos ambientales en desarrollo. Tanto para nosotros como para nuestros descendientes se requiere tener nuestros territorios creciendo con limpieza, incluso mejorando aquellas partes que por un desarrollo industrial mal diseñado han sido afectadas.
No desdeñemos el conocimiento generado por nuestro mundo académico y vayamos prontamente en pos del mejoramiento de nuestro hermoso y privilegiado territorio.
Nuestro territorio, con sus habitantes y descendientes, serán los beneficiarios.