Variadas han sido las opiniones y columnas que en los últimos años que se han publicado en materias de la Defensa Nacional y las Fuerzas Armadas, no obstante, la más acertada y completa ha sido la contenida en el programa de Gobierno del Presidente Boric, que es de esperar tengan un primer impulso por medio de la Convención Constitucional y luego cuente con el apoyo del Poder Legislativo para llevarlas a su materialización.
En los últimos años hemos conocido lamentables noticias que involucran a algunos miembros de las FFAAs y de orden en hechos gravísimos de corrupción, abusos e impunidad, que han enlodado el prestigio de nuestras instituciones permanentes.
A mi juicio, y tal como quedó reflejado en varias propuestas públicas que hice al efecto, muy previas incluso del “Estallido social” e incluso estando en servicio activo en nuestro Ejército; las siguientes medidas son esenciales para atenuar la corrupción, abusos e impunidad en nuestras Fuerzas Armadas, como asimismo otorgar garantías reales de no repetición:
Algunas de estas reformas deberán ser de carácter legal, con la participación de la Convención Constitucional y luego con la legislación y reglamentos por parte del Poder Legislativo.
Finalmente, el hecho de criticar, rechazar, opinar y /o denunciar la corrupción, abusos y/o violaciones de DDHH, de algunos miembros de nuestras queridas instituciones armadas no nos hacen “enemigos” de ellas ni “denunciar en contra la institución”, sino muy por el contrario, demuestra afecto y respeto y querer el bien mayor para ellas, las cuales, se deben a todas y todos los chilenos, sin distinción alguna, y estas reformas, a mi juicio, son el camino para la reconciliación nacional y el reencuentro de nuestras Fuerzas Armadas con la sociedad toda.