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Diálogo, diálogo, diálogo Opinión

Diálogo, diálogo, diálogo

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Rosa María Olave
Por : Rosa María Olave Directora Programa Mediación y resolución de conflictos Facultad de Derecho Universidad Alberto Hurtado
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En el discurso de nombramiento del futuro gabinete, el Presidente electo Gabriel Boric señaló con especial énfasis la necesidad de escuchar y dialogar.

“(…) Es solo en el diálogo cotidiano y en la escucha de todos y todas que vamos a poder construir el Chile que aspiramos. Necesitamos que dialoguen, que dialoguen, que dialoguen, que escuchen mucho, que escuchen el doble de lo que hablen”, decía el Presidente electo.

Dialogar es una tarea difícil y compleja, especialmente cuando se trata de conversar con quienes piensan distinto y en situaciones de conflicto. El profesor John Paul Lederach, creador del concepto “diálogos improbables”, propone un camino posible, que permite dotar de contenido y acción al diálogo:

En primer lugar, el diálogo es un proceso, de conversaciones sostenidas, en el que se avanza paso a paso para que distintos actores puedan ir encontrando puntos de coincidencia. Un proceso itinerante e iterativo: itinerante porque va hacia las comunidades y territorios, y a los espacios de tensión, e iterativo porque se repite, e implica hablar una y otra vez.

El diálogo es una conversación circular, que no es jerarquizada, un espacio donde todas las personas pueden tener voz y expresarse libremente.

El diálogo necesita una intención, que tenga objetivos y con propuestas de quienes participan, de tal manera que se busque llegar a acuerdos sobre lo que se puede transformar “aquí y ahora”.

El diálogo busca la transformación de las relaciones sociales: lo que está en juego en gran parte es recontextualizar las relaciones que tenemos y repensar la manera como vamos a convivir.

El diálogo es un camino largo, un trabajo que necesita disciplina, compromiso y voluntad.

Por último, no hay que olvidar lo que ha escrito y nos ha dicho innumerables veces el destacado profesor de las universidades de Haifa y Maryland, Edy Kaufman: “El diálogo es una herramienta para avanzar en los esfuerzos de resolución de conflictos, sin embargo, el diálogo en y por sí mismo no es una panacea universal, sino un medio para un fin. El diálogo con el ‘otro’ a todo nivel parece ser más conducente hacia soluciones que monólogos en el que cada lado tiende a ‘jugar ajedrez consigo mismo’”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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