Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Lancet analizó la realidad chilena y determinó que una mayor disponibilidad de profesionales enfermeras/os en la red de atención, mejoraría la atención y el pronóstico de los usuarios del sistema de salud. En Chile hay 2,9 enfermeras por cada mil habitantes, versus los 8,8 del promedio de las naciones de la OCDE.
Los expertos apuntan que no se trata de un problema de disponibilidad ni de oferta, sino que no se cuenta con suficientes profesionales contratadas y que se desempeñen en campos clínicos. En Chile hay registradas/os más de 60.000 enfermeras/os, pero en el sistema público no hay más 20.000, considerando la red primaria y los hospitales de baja, mediana y alta complejidad, entonces ¿es real el déficit?
Las/os enfermeras/os tienen una especial vocación y entrenamiento en la atención de usuarios del sistema de salud público y privado y deben estar instaladas en un modelo que les permita utilizar su competencia y talentos óptimos; La Gestión del Cuidado.
Un profesional en enfermería cumple diversas tareas, que van desde los cuidados básicos de salud a labores más complejas de gestión, pues trabajan con un enfoque integral. De hecho, están capacitadas/os para diagnosticar, tratar y manejar enfermedades, suministrar medicamentos y ocuparse de la prevención de enfermedades de las personas, así como para gestionar unidades clínicas de alta complejidad.
Cuando nosotros nos hospitalizamos, el médico realiza el diagnóstico inicial y te revisa una vez al día, pero quien te cuida todas las horas es el/la enfermero/a, ella administra los medicamentos, coordina a todas las unidades para satisfacer todas nuestras necesidades, por lo que su labor es valiosa e indispensable.
Nuestro sistema de salud está organizado de manera de no contratar más enfermeras/os y de desaprovechar con las que cuenta. Por ejemplo, muchos usuarios que se encuentran en lista de espera fueran evaluados/as inicialmente por una enfermera; quizá el problema se podría transformar en una oportunidad y en la resolución de un problema de salud pública, aumentando la satisfacción usuaria.
Frente a la pregunta inicial, la respuesta es clara. No faltan enfermeras, el sistema de salud no dispone de una organización adecuada, que permita sumar profesionales que efectivamente mejoren la eficiencia, la eficacia, la seguridad, la calidad y la continuidad del cuidado. Por lo tanto, una mejor dotación de enfermeras/os en los centros de salud tiene relación directa con la adecuada evolución y pronóstico de las personas hospitalizadas. La mayor y mejor inversión en enfermeras/os pueden generar un retorno en mayor calidad de atención y mayor valor.